La CIA sí buscó matar a Assange, dice testigo
Domingo 24 de marzo de 2024, p. 19
Mike Pompeo, director de la estadunidense Agencia Central de Inteligencia (CIA), dio instrucciones para que ese organismo planificara el secuestro y asesinato del fundador y director de WikiLeaks, el periodista Julian Assange, cuando se encontraba refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, entre 2012 y 2019, según reveló la revista estadunidense The Nation.
La publicación, compartida ayer por WikiLeaks, cita un trabajo periodístico del reportero Michael Isikoff, quien declaró a Democracy Now! que la CIA instruyó a la empresa española de seguridad privada, UC Global, encargada de vigilar a Assange en su refugio de Londres, que preparara el plan de secuestro.
Un empleado de UC Global, ahora testigo protegido
en la apelación de Assange contra la extradición a Estados Unidos, testificó: Concretamente, la sugerencia de que se dejara abierta la puerta de la embajada, lo que permitiría argumentar que se trataba de un error que permitiría a las personas entrar y secuestrar al asilado; incluso la posibilidad de envenenar al señor Assange fue discutida, todas estas sugerencias
.
Difícil, franquear la embajada en Londres
Yahoo! News escribió en 2023 que secuestrar a Assange en Londres implicaba irrumpir en laembajada ecuatoriana
en la capital de Reino Unido, el aliado más cercano de Estados Unidos. Fuentes de inteligencia estadunidenses, consultadas por el reportero, indicaron que el plan podría haberse llevado a cabo si Assange hubiera estado en un país del tercer mundo: Esto no es Pakistán o Egipto, es Londres
.
Mientras la administración de Donald Trump abandonó los planes para el asesinato extrajudicial de Julian Assange, ni la suya ni la de Joe Biden renunciaron a matarlo lentamente, en confinamiento solitario en Gran Bretaña y, si el tribunal de apelaciones británico está de acuerdo con su extradición, terminará en una prisión de máxima seguridad.
Los médicos declararon que Assange, cuya salud está deteriorada en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en la capital británica, desde abril de 2019, corre el riesgo de suicidarse si es extraditado.
El Tribunal Superior de Gran Bretaña está considerando el caso, luego de que su abogado presentó en febrero pruebas sobre la intención anterior de la CIA de matarlo.