Londres. La princesa de Gales, Catalina, anunció ayer que padece cáncer y que comenzó un tratamiento de quimioterapia, tras dos meses de conjeturas sobre su salud, surgidas luego de ser sometida a una misteriosa operación abdominal.

En un video, en el que no especificó el tipo de cáncer que padece, la princesa afirma estar bien y pidió respeto para su vida privada.

En enero me sometí a una operación abdominal importante en Londres. En ese momento se pensó que mi condición no era cancerosa, explicó la princesa.

Sin embargo, las pruebas realizadas después de la cirugía revelaron la presencia de cáncer, prosiguió, reconociendo que causó gran conmoción en la familia real británica.

Por tanto, mi equipo médico me recomendó someterme a quimioterapia preventiva y ahora estoy en las primeras etapas de este tratamiento, añadió.

Nos tomó un tiempo explicarle todo a Jorge, Carlota y Luis, dijo en referencia a los tres hijos que tiene con el príncipe Guillermo, de 41 años, hijo mayor de Carlos III y heredero del trono británico.

Como les dije, estoy bien y me hago más fuerte cada día al concentrarme en las cosas que me ayudarán a sanar, agregó Catalina, señalando además que espera que el público entienda: necesitamos tiempo, espacio y privacidad mientras continúo mi tratamiento.

El anuncio sobre la enfermedad de Catalina, de la que no se dieron mayores precisiones, se produce menos de dos meses después de que su suegro, el rey, fuera diagnosticado a su vez de cáncer.

Catalina había sido sometida el 16 de enero a una operación abdominal en la London Clinic, donde permaneció hospitalizada 10 días.

El Palacio de Kensington, que se ocupa de la comunicación de los príncipes de Gales, no proporcionó en aquella ocasión detalles de la intervención e insistió en que Catalina quería que su información médica personal se mantuviera en un ámbito privado.

Kensington había indicado, en el momento de la hospitalización, que Catalina no volvería a ocuparse de sus obligaciones oficiales ligadas al cargo antes de finales de marzo.

Pero la larga ausencia de la princesa, una de las mujeres más fotografiadas del planeta, dio lugar a todo tipo de rumores y especulaciones sobre su estado de salud.