e ser afirmativa la respuesta se estaría perpetrando el mayor crimen contra la vida en este mundo. La guerra de Israel en Gaza es una desgracia para la civilización
, así expresó la posición de China Wang Yi, su ministro de Relaciones Exteriores. (Defend Democracy Press 7/1/24/).
No podemos naturalizar el genocidio que se sigue cometiendo en Palestina ni los aprestos irresponsables de guerra contra Rusia. Como señaló el papa Francisco refiriéndose a Ucrania: La deseada paz no ha logrado todavía encontrar sitio en las mentes y en los corazones, a pesar de las numerosísimas víctimas y la enorme destrucción. No se puede dejar que se prolongue un conflicto que se va gangrenando cada vez más, en perjuicio de millones de personas
. (Santiago Tedeschi Ecclesia, Vaticano, 8/1/24).
Ante una adormecida opinión pública y una ONU que parece rebasada para tomar acciones, hay un vacío político, ausencia de diálogo y negociación, vacío que Francisco ha buscado llenar tomando como eje de sus discursos y homilías la paz, la resolución de los conflictos, la necesidad de detener las guerras, pero el liderato (por llamarlo de alguna manera) de los países europeos y de Estados Unidos involucrados en las guerras en curso lo han escuchado como quien escucha llover hasta que se refirió a Ucrania en momentos en que aunque la élite occidental no lo quiera aceptar públicamente, sufre una calamitosa derrota.
En una entrevista a la televisión suiza llamó a Ucrania a tener el valor de levantar la bandera blanca
y negociar con Rusia para evitar más muertes, lo que generó, según los medios corporativos, olas de indignación a lo que se consideró rendición incondicional. A pesar de los apuros del Vaticano para aclarar que el llamado de Francisco es a la negociación, lo cierto es que los aliados
de Ucrania quieren continuar la guerra y la paz no está en la agenda de sus promotores. El complejo bélico industrial de EU ha obtenido exorbitantes ganancias, y esta guerra ha sido un gran negocio.
El presidente francés Macron llama un día sí y otro también a enviar tropas a Ucrania –se dice que está preparando ya un contingente de 2 mil soldados franceses para tal fin– mientras la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) continúa con su retórica de guerra. La respuesta de los belicistas fue contundente siendo su nuevo mantra que Ucrania no puede perder o lo que es lo mismo Rusia no puede ganar esta guerra. Un informe militar filtrado a la prensa francesa sostiene lo contrario: El error más serio de análisis y juicio sería pretender soluciones exclusivamente militares para detener las hostilidades. Es claro que frente a la relación de fuerzas presente, Ucrania no puede ganar esta guerra militarmente
(Atkinson y Babich globalresearch.ca 13/3/24).
Si queremos la paz debemos prepararnos para la guerra, dijo Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, que al igual que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, clama porque Europa pase a una economía de guerra. Según un trabajo del Transnacional Institute (oct. 2023) el gasto militar de la OTAN pasó de 1.16 a 1.26 billones ( trillions) de dólares entre 2021 y 2023, y el número de estados que cumplen el objetivo de 2 por ciento prácticamente se ha duplicado (de 6 a 11). Pero aun antes de fijar tal porcentaje para 2022, el gasto militar de los 31 estados fue 16 veces mayor que el de Rusia y sus aliados de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), que comprende Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.
Segun Rubén Guillemi (lanación.com.ar 27/2/2023) además de la enorme cantidad de muerte y destrucción, la guerra en Ucrania reportó grandes ganancias para la industria bélica, especialmente en Estados Unidos. El Departamento de Estado informó que las ventas de armas a otros países y regiones tuvieron un aumento interanual de 49 por ciento durante 2022. La guerra forjó una estrecha cercanía entre Kiev y al menos cuatro grandes empresas armamentistas de EU: Northrop Grumman, Raytheon Technologies, Pratt & Whitney y Lockheed Martin, entre las más favorecidas.
Según William Hartung del Institute for Responsible Statecraft, citado por La Nación, el gasto militar de EU fue en 2023 de 894 mil millones, uno de los niveles más altos desde la Segunda Guerra Mundial, las guerras de Corea o Vietnam o el apogeo de la guerra fría, más de 4 por ciento del producto interno bruto.
Sin embargo, el mejor cálculo disponible en materia de gasto bélico –gracias a la acuciosa investigación de Gisela Cernadas y John Bellamy Foster– lo eleva con datos para 2022 a más del doble: 1.537 billones ( trillions) (Monthly Review, nov. 2023).Cuando se está en un punto de quiebre o Zeitenwende, en la niebla de la guerra no hay soluciones simples, sólo riesgos y dilemas (Fella y Friesendorf, IPS 19/3/24).
Cuando se le preguntó a J. Arbatov sobre cómo terminaría una guerra nuclear entre Rusia y EU respondió: de detectarse un ingreso balístico, todos lanzarían todo
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