La Unesco y el gobierno de Alemania incluyeron a la escena tecno de Berlín en su lista del patrimonio cultural inmaterial de ese país, subrayando la necesidad de preservar las diversas tradiciones culturales.

El anuncio se hizo la semana pasada, confirmando el reconocimiento mundial de la dinámica escena tecno de Berlín, a pesar de los desafíos actuales como secuela de la pandemia.

Lutz Leichsenring, miembro de la junta directiva de la ClubCommission de Berlín, elogió este reconocimiento como una gran victoria para la comunidad. La ClubCommission promueve activamente la preservación de la cultura de club única de Berlín.

Love Parade enciende el acto

El primero de julio de 1989, unos meses antes de la caída del Muro, Berlín se vistió con los beats de la música electrónica. En la conocida avenida Ku’damm de la ciudad alemana, docenas de personas con poca ropa bailaban por la calle, jugueteando y saltando al ritmo de una música a todo volumen, cuyo ritmo es el llamado cuatro cuartos.

El estruendo retumbaba desde unos altavoces improvisados instalados en tres camiones. Nadie podía adivinar lo que este colorido grupo iba a desatar a la postre. Se trató de la primera edición de la Love Parade, que se había registrado como una manifestación política, antes de que el número de ravers se multiplicara más allá de la escena.

Las escenas tecno de todo el país se conectaron durante los dos años siguientes en la Love Parade. En 1994, acudieron más de 100 mil personas. Y, sólo tres años después, el desfile superó por primera vez la barrera del millón.

La Love Parade fue lo más importante en el proceso de unificación tras la caída del Muro de Berlín, dijo Matthias Roeingh, diyéi y cofundador del festival, más conocido como Dr. Motte. Este evento musical se convirtió en un acontecimiento internacional a finales de los noventa. La gente llegaba de todo el mundo. Y, en el cambio de milenio, alrededor de un millón y medio de personas bailaron en Berlín.

Tresor es un club nocturno de tecno en Berlín. De origen underground, se le consideraba como uno de los más icónicos en la cultura tecno, inscrito, desde el fin de semana pasado a la lista de patrimonio cultural inmaterial del país, en reconocimiento a la contribución de la identidad cultural de la ciudad.

El Ministerio de Cultura de Alemania y una comisión de la Unesco añadieron esta expresión, ya que durante más de una década hubo una campaña para agregar la cultura y este género de la electrónica a la lista de Alemania.

La Clubcommission de Berlín, una red para los músicos y clubes de tecno de Berlín, describió la medida como otro hito para los productores, artistas, operadores de clubes y organizadores de eventos de tecno de Berlín.

Lutz Leichsenring, miembro ejecutivo de la junta directiva de Clubcommission, declaró: la decisión nos ayudará a garantizar que la cultura de club sea reconocida como un sector valioso que merece protección y apoyo.

El tecno es una parte fundamental de la ciudad, según Peter Kirn, diyéi y productor musical establecido en Berlín. En 2021 le dijo al Observer: en otras ciudades, la gente no aceptaría música realmente dura o extraña y llena de sintetizadores y cajas de ritmos realmente brutales y distorsionadas. No puedes tocar eso a la hora pico en un club, y mucho menos durante el almuerzo. Y aquí es totalmente aceptable tocar eso durante el almuerzo. El tecno se ha convertido en un refugio para las personas marginadas, y hay una atracción natural hacia Berlín como un lugar que es más permisivo.