En conversación con La Jornada a propósito del título que presentó en México, explicó que su obra busca desplazar las grandes cuestiones a la esfera de lo íntimo
Miércoles 20 de marzo de 2024, p. 2
El cambio de escala hacia lo micro es el objetivo literario del escritor francés Yves Pagès, quien apuesta por la densidad al decir todo en un mínimo de palabras: matices, paradojas y contradicciones posibles, a la que llamó la pequeña comedia humana
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El autor presentó en México su libro A punta de retratos (Canta Mares) y conversó sobre la microficción en Francia.
Pagès (París, 1963) explicó a La Jornada que su escritura breve tiene que ver con la poesía, el arte de la concentración, y con la especie del esbozo en la pintura, que significa expresar mucho con los menos medios posibles. Se basa en una gran riqueza en el léxico y en la pobreza en la extensión y los recursos. Es el contraste entre utilizar lo mínimo y que al tiempo tenga mucho peso el uso del vocabulario
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El narrador sostuvo que se inclina por la manera en que las contradicciones de lo social atraviesan al individuo y se interesa por detectarlas en las lógicas existenciales de sus personajes: Trato de ver esas confrontaciones internas que se expresan en las situaciones más íntimas, con el desplazamiento de las grandes cuestiones hacia la esfera de lo íntimo, a la que llamo la pequeña comedia humana
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En un segundo nivel, Pagès mencionó “el efecto de serie en que se crea una pequeña colectividad de personajes que hacen un nosotros, que se expresa desde el inicio con la dedicatoria a ‘la primera persona del plural’, que muestra esta articulación de las personas y la comunidad”.
La editora Melina Balcázar, quien tradujo el texto, destacó que el narrador es una de las voces más singulares y originales en francés. Me gustó que no es el imperativo comercial, de la moda, lo que lo lleva a escribir, sino que quiere entender y lo hace a través de la forma. Esos son factores que nos gustan en Canta Mares: autores movidos por una pulsión de forma, comprensión y poética
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Yves Pagès hizo hincapié en la valentía de la traductora de hacer una versión de sus textos, caracterizados por el juego con las palabras y una manera lúdica de abordar el lenguaje. “Si algo es difícil de traducir es el humor. En mi estructura va de la ironía al humor negro.
Distancia irónica
Es una distancia irónica que nunca es sarcasmo. Siempre es una emoción contenida por la ironía. Lo difícil es encontrar esta justa distancia del humor que expresa también mi amor por los personajes; en el caso de los ensayos, es la sinceridad crítica.
El texto incluye un apartado denominado Miss Francia vista por atrás, que aborda los problemas del mundo, pero en forma de ensayos concentrados en los pequeños síntomas de un mal funcionamiento general. Procedí a tratar microproblemas representativos. Importa o hablo de todo lo que es en pequeña escala
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Recordó que estos escritos fueron publicados en el diario comunista italiano Il Manifesto, cuando fue becario de la Villa Médici, en Roma. “Era un desafío que lo obligaba a un desplazamiento del texto corto hacia el ensayo.
“Quizás en estos textos de Miss Francia se encuentra el inicio de lo que practico ahora. Mis dos libros más recientes en Francia son como ensayos, hechos de manera fragmentaria. Por ejemplo, uno trata de la invasión de las estadísticas, a la manera de poner en cuestión el mito progresista, y el otro es una historia de las cintas transportadoras como una alegoría de la historia del capitalismo.”
Comentó que la tradición en que se inscriben Miss Francia y otros textos suyos recientes para entender la evolución de ciertos aspectos de la sociedad se puede ver en Las mitologías, de Roland Barthes, y en la obra de Walter Benjamin, que lleva a abordar el pensamiento, la teoría, con las técnicas de lo literario, lo poético y la ficción
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En suma, continuó Pagès, espero que estos retratos y textos expresen microfenómenos o microsíntomas; sean una muestra de problemas que aunque son de individuos, al mismo tiempo por ser como arquetipos, por la brevedad, contengan algo más universal. La esperanza de todo escritor es que su imaginario singular contenga lo global
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En torno a la minificción en su país, el también editor negó que allá existan grandes figuras ni tampoco una tradición de esa forma literaria. “Vi en la literatura de Cortázar, que me gusta mucho, el potencial de estas formas; o también en Max Aub, que terminó su vida en México como una gran figura del exilio español. Su libro más conocido en Francia es Crímenes ejemplares, que también está entre los 15 que más me gustan.
“Mi recopilación de textos cortos anterior, Pequeñas naturalezas muertas en el trabajo, quizás es el libro con el que más éxito he tenido en Francia. Lo que se destacó era la originalidad de dedicarse a este tipo de formas”.
Opinó que la confrontación entre lo extenso y lo breve en Francia se centró en la oposición entre la novela y la poesía desde el siglo XIX. “Sí existió, si pensamos en Maupassant, pero no prosperó. También se expresó la forma breve en los juegos formalistas del grupo Oulipo, en Georges Perec con su Me acuerdo. Pero para ellos las formas breves serían como un lugar de experimentación de otras cosas, pero no de lo narrativo”.