Domingo 17 de marzo de 2024, p. 6
La Fiscalía General de la República (FGR) notificó al juzgado segundo de distrito en materia de amparo que concluyó la averiguación previa en la que se ordenó investigar presuntos actos de tortura cometidos contra Mario Aburto Martínez, que no encontró elementos para acusar penalmente a nadie y cumplió el mandamiento judicial.
La defensa del homicida de Luis Donaldo Colosio Murrieta, cuenta con la posibilidad de solicitar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que revise el caso, pero la reciente indagatoria iniciada a petición de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), descartó que Mario Aburto haya sido torturado para declararse culpable.
Aburto Martínez fue detenido el 23 de marzo de 1994 en la colonia Lomas Taurinas, de Tijuana, Baja California, tras disparar al entonces candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, al término de un mitin.
Semanas después de su aprehensión y puesta a disposición de un juez federal, Aburto Martínez se declaró autor del atentado en el que perdió la vida Colosio; sin embargo, sus defensores denunciaron que había sido sometido a actos de tortura durante su captura y posterior traslado a la capital del país.
Luego de 28 años, una recomendación de la CNDH sirvió para que mediante un juicio de amparo la hoy FGR tuviera que integrar la averiguación previa por tortura y determinar si encontraba elementos que acreditaran que fue objeto de violaciones a sus derechos humanos.
Sin embargo, el Ministerio Público Federal concluyó que no se cometieron actos degradantes y violatorios de sus garantías individuales, y así lo informó al juzgado segundo de distrito, con lo cual la FGR dio por cerrado ese expediente.
Mario Aburto cumplirá 30 años de estar encarcelado cumpliendo una sentencia de 45 años, pero esa condena por homicidio calificado se encuentra en revisión por la SCJN.
En caso de interponer el recurso de amparo directo para que la Corte revise la determinación por la presunta tortura, y ver si confirma la decisión ministerial u ordena nuevas investigaciones, la resolución podría tardar al menos seis meses.
Sin embargo, la sentencia respecto a la presunta tortura no tiene nada que impacte en lo relacionado con su condena por homicidio.