Pobladores lo atribuyen al estiaje que aqueja al estado, pero sobre todo al descuido de las autoridades
Domingo 17 de marzo de 2024, p. 22
Zimapán, Hgo., El emblemático ahuehuete de 800 años en el pueblo mágico de Zimapán se secó debido al estiaje que aqueja al estado, pero sobre todo por el descuido de las autoridades municipales encabezadas por el alcalde panista Alan Rivera Villanueva, aseguraron los pobladores.
El 12 de diciembre de 2022, en el Periódico Oficial del estado de Hidalgo se dio a conocer un decreto que indicaba que el gobierno de Zimapán había iniciado un procedimiento de declaratoria de área natural de El Sabino, para rescatar el árbol, que mide 25 metros de altura y su tronco 4.5 metros de diámetro, y tenía una copa de follaje de 33 metros. El gobierno reportó que tuvo una mejoría, sin embargo, se secó entre octubre de 2023 y marzo actual.
Entre otros puntos, la declaratoria establecía que el uso del área (de 3 mil 723 metros cuadrados) se restringía exclusivamente a fines de investigación y recreativos no invasivos. Aun así el árbol murió.
El que fue considerado el ahuehuete más grande de Hidalgo y el segundo más grueso y alto de México, después del árbol de Santa María del Tule, Oaxaca (cuya circunferencia de copa es de aproximadamente 58 metros; una altura de 42 metros y un diámetro de 14.5 metros), en la actualidad es un enorme tronco seco, que en cualquier momento podría colapsar.
El sabino de Zimapán, como también se le conoce, podía ser rodeado por unas 20 personas, tomadas de las manos, pero por desgracia muy pronto va a desaparecer, lamentaron los pobladores.
Los lugareños de Zimapán, municipio ubicado en una zona donde prevalece el clima seco, aseguraron que hace tres años el árbol se encontraba bien, pero de forma paulatina comenzó a secarse. Todavía en octubre del año pasado tenía algo de follaje, que ahora ya es inexistente.
Contaron que a lo largo de su vida, entre febrero y marzo de cada año en el árbol germinaban flores femeninas y masculinas en racimos y espigas. Mientras entre agosto y septiembre daba un fruto conocido como gálbula.
Aunque no se saben las causas exactas que secaron al ahuehuete, los pobladores lo atribuyen a la falta de agua y a unos trabajos de remodelación que hizo el ayuntamiento de Zimapán en la plazoleta que se encuentra cerca de la especie.
Ante la falta de lluvia, los vecinos que viven en las cercanías se organizaron y cooperaron para comprar pipas de agua a particulares para regar el sabino, además adquirieron fertilizantes, pero todo fue inútil. En 1993, el sabino fue nombrado por el Instituto Nacional de Ecología único árbol notable del estado.
Según datos históricos, tal como se acostumbraba en las provincias españolas, por estar cerca del centro histórico de Zimapán, en el lugar se realizaban reuniones entre las autoridades y los vecinos para tomar decisiones importantes para la comunidad. En tiempos de la Revolución Mexicana el árbol fue usado para colgar criminales.