Miércoles 13 de marzo de 2024, p. 15
En el contexto del panel de controversias por el maíz transgénico en el T-MEC, México propuso generar nueva evidencia de manera conjunta con científicos de Estados Unidos sobre el impacto de este producto, pero este país se negó a hacer nuevos experimentos, señaló María Elena Álvarez-Buylla, titular del Conahcyt. También apuntó que la cuota de importación de glifosato es de cero.
Explicó que Estados Unidos argumentó que la posición de México no tiene fundamentos científicos
, pero hay evidencia formal de instituciones académicas que sustentan con mucho rigor lo que defendemos, destacó durante el foro Soberanía alimentaria y las agriculturas campesinas e indígenas convocado por la Subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria de la Sader.
El panel surge porque Estados Unidos acusó restricciones en el comercio del maíz, debido a que un decreto presidencial de 2023 establece que el grano transgénico no deberá ser utilizado para la masa y la tortilla, alimento básico de los mexicanos.
Álvarez-Buylla dijo que con el trabajo de comunidades de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (HCTI) comprometidas con la vida y en un trabajo colectivo de miles de campesinos en el país, así como con iniciativas de la Subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria, se ha visto que es posible tener mayores rendimientos y beneficios ambientales, además de menos tóxicos en los cuerpos de agua y en la alimentación.
Dueños del proceso evolutivo
Por su parte, Vandana Shiva, filósofa de la ciencia y activista india, relató que las empresas van con los campesinos y dicen tener una patente sobre su maíz, porque en la ingeniería genética han encontrado el truco para decir que hacen algo nuevo, y sólo generan genes tóxicos
.
Agregó que hay miles de variedades de maíz, y ahora las empresas no sólo se dicen dueñas del producto, sino del proceso evolutivo del maíz. Le agregan genes resistentes a antibióticos, hay unos que son intervenidos en procesos químicos complejos. En un organismo genéticamente modificado. Lo que se quiere hacer es actuar como si fueran Dios
.
Las corporaciones tienen patentes y los agricultores no tendrán semillas
, tan sólo los granjeros en Estados Unidos pagan mil millones de dólares anuales en regalías a las empresas por el uso de las semillas.