Miércoles 13 de marzo de 2024, p. 4
El escritor Antonio Malpica (Ciudad de México, 1967) concibió una nueva novela inspirándose en un maestro universal de los relatos de terror: Edgar Allan Poe.
Publicada por la editorial Gran Travesía, la novela El juego del protagonista sin nombre tiene dos finalidades: rendir homenaje a uno de sus héroes literarios y sumergir a los lectores en mundos misteriosos y perturbadores.
Me encanta la literatura oscura; siempre me sentí atraído por las historias de terror que sacan a relucir el lado más siniestro de los personajes. Poe nació hace más de 200 años y sus obras siguen haciendo eco en la época actual
, explicó Malpica en entrevista con La Jornada.
“Poe también fue un pionero en los cuentos narrados en primera persona; ofrecía una visión del asesino, pero no caía en un ánimo sensacionalista. En ese sentido, quise retribuirle un poquito debido a que esta novela hace referencias a su obra, pero mantuve mi distancia porque no me metí con alguno de sus personajes.
Poe es uno de mis grandes héroes universales debido a que tenía una pluma muy prolífica, pero también la genialidad de escribir cosas muy disímiles entre sí. Un reto esencial cuando concebí este libro fue estudiar la narrativa del maestro del terror a fin de realizar invenciones literarias e integrarlas en mi novela.
La trama gira en torno a Cristóbal Vélez, oficinista maniático del orden y la limpieza, quien ha sido invitado a reunirse con sus ex compañeros de la preparatoria después de 15 años. El punto de encuentro es un lugar paradisiaco en Baja California Sur.
Durante su estancia, Vélez termina la fiesta en un yate junto con cinco personas, cuando de pronto un grupo de piratas asesina a uno de ellos y secuestra al resto. La única sospecha sobre quién podría ser el responsable del juego macabro es J.R., otro ex camarada que en el pasado rivalizó con los desaparecidos.
Según Malpica, hay otro guiño al escritor británico Arthur Conan Doyle, pues el oficinista es una especie de Watson, y el profesor Pereira, un Sherlock citadino con inseguridades literarias. Pereira y Vélez van descubriendo que cada acertijo tiene que ver con una obra de Edgar Allan Poe, como La caída de la casa Usher, La caja oblonga y La isla del hada, entre otras.
“Cuando alguien elige un libro tuyo en un mundo tan sobrecargado de posibilidades me parece bastante prodigioso. No sólo aludo a la competencia literaria, sino también al mosaico que ofrecen las redes sociales, los videojuegos, entre otros dispositivos electrónicos.
Tenemos la misión de que los libros invadan los hogares donde se privilegia mucho la televisión, la tableta y el celular. De lo contrario, corremos el riesgo de que la literatura se vuelva una especie de entretenimiento de nicho; lo peor que podría pasar es que las personas ya no sientan el cariño ni por la literatura ni por la letra escrita. Por esa razón, es importante que los libros sigan siendo noticia.