Lunes 11 de marzo de 2024, p. 9
Acapulco, Gro., Wilfrido tiene 26 años de edad y dos con enfermedad renal crónica. Sus riñones nacieron chiquitos, no crecieron
. Vive en San Marcos, a unos 46 kilómetros de Acapulco, y acude tres días a la semana a la Clínica de Hemodiálisis del Hospital General de Acapulco.
Antes asistía a una clínica privada, pero es muy cara. Mi papá pagaba 3 mil pesos y aparte el pasaje. Iba lunes y viernes, luego supimos que aquí había servicio
.
El joven está contento porque trabajo, aunque sea un poco
en el campo con su familia. No se puede asolear por riesgo de que se le infecte el catéter. Ya le ha pasado dos veces. Ahora los doctores dicen que puedo tener un trasplante y una tía me quiere donar un riñón. Lo vamos a checar
.
Erika Ruiz padece lupus, tiene 38 años y dos hijos. Desde hace 15 años vive en Acapulco y en octubre de 2023 comenzó el tratamiento de hemodiálisis.
Los riñones le dejaron de funcionar. Se trata de una complicación de la enfermedad autoinmune con la que vive desde hace 20 años.
Mientras su organismo se limpia con la máquina de hemodiálisis, comenta que cuando tuvo a su primera hija el lupus se desactivó
; estuvo bien y sin tratamiento durante 11 años, pero le regresó.
Empecé con cansancio, me salieron llagas en la piel
. Un médico particular le hizo el diagnóstico y le informó que también tenía falla renal. De esta manera llegó al Hospital Renacimiento.