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“No nos moverán es una historia de venganza y perdón en un país sediento de justicia”
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▲ La película, del mexicano Pierre Saint Martin, participará en el Festival de Cine Latinoamericano de Toulouse. A la derecha, Luisa Huertas y Rebeca Manríquez.Foto Fotogramas de la cinta
 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de marzo de 2024, p. 7

No nos moverán, ópera prima del director mexicano Pierre Saint Martin Castellanos, celebrará su estreno mundial en la edición 36 del Festival de Cine Latinoamericano de Toulouse, Francia, que se efectuará del 15 al 24 de marzo.

La cinta trata sobre el perdón y la venganza, teniendo de marco los sucesos del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco del otrora Distrito Federal. Aunque han pasado ya más de 55 años de aquel fatídico día, sigue presente la necesidad de hablar sobre lo que pasó. En ese contexto, Saint Martin Castellanos en entrevista con La Jornada señaló que la idea de la historia se implantó desde niño en su cabeza. Contó: “el origen de esta historia se remonta a los recuerdos y las vivencias de mi madre sobre la misteriosa muerte de mi tío Jorge durante el otoño de 1968, aunque no en los hechos del 2 de octubre. No nos moverán es una historia de venganza y perdón en un país históricamente sediento de justicia.

También es un homenaje a mi madre y a otras familias que han perdido a alguien a causa de la violencia, así como el camino hacia la paz. Se desprende de mi historia familiar y el rencor por vengar la muerte de un ser querido. Pero si bien, la justicia y el dolor son los detonadores del drama, fue el humor, intrínseco del personaje principal lo que dio forma a esta historia fársica que anhela tanto la paz como el perdón y la sanación.

Socorro es una testaruda abogada que está obsesionada con encontrar al soldado que mató a su hermano durante la masacre estudiantil de 1968 en Tlatelolco. Esta necesidad de justicia enmascara una antigua culpa que la ha enemistado con su hermana Esperanza y su hijo Jorge. Después de décadas de espera, la protagonista recibe la pista faltante para hallar al soldado, lo que la lleva a conjurar un absurdo plan de venganza, poniendo en riesgo su patrimonio, a su familia e incluso su vida.

Marcas atroces

El cienasta explica el porqué de enmarcarlo en el 68. “Esta sensación de dolor que tuve desde niño la quise sanar mediante esta ficción y encontré un vaso comunicante, dado que era el mismo año, para poder hablar de un evento que también me marcó y me ha acompañado durante toda mi vida como el 2 de octubre y El Halconazo de 1971, tres marcas atroces. De eso me di cuenta cuando leí el libro La noche de Tlatelolco, de Elena Poniatowska y las fotografías que contiene, específicamente en la que dos soldados someten a un estudiante y uno de ellos está volteando a la cámara esbozando una sonrisa; yo era muy joven y estaba comenzando a entender la vida, pero me pareció muy fuerte”.

Agrega que en No nos moverán combina el 2 de octubre con su situación personal y esa mezcla fue algo realmente natural y preguntarme qué hubiera pasado si mi madre se hubiera mantenido con esta obsesión de la muerte de su hermano. Fue más humana que social, más natural que diseñada, aunque mi mamá aún no ve la cinta.

A la pregunta de si el perdón y la venganza pueden caminar juntos, responde que su película es una fábula sobre lo absurdo que es la venganza y lo terso y sanador que puede ser el perdón. Normalmente este último es algo muy subestimando, quien perdona parece ser el débil. He fantaseado con la venganza, creo que todos lo hacemos, es algo muy normal, pero siempre encuentro la manera de perdonarme y perdonar a la persona que me hizo la falta, siento que esto mejora mi vida y eso fue lo que discutí con el equipo de producción para hacer la película con esa intención.

Finalmente, el cineasta afirmó que hacer No nos moverán me exorcizó... abracé mis demonios, los dejé entrar, hice que se sentaran en la mesa e hice las paces con ellos. Aprendí a convivir con mis demonios, porque me di cuenta de que tienen renta congelada dentro mí.

La película tiene como protagonista a Luisa Huertas (Socorro), la acompañan Rebeca Manríquez (Esperanza), José Alberto Patiño (Siddartha), Pedro Hernández (Jorge), Agustina Quinci (Lucía) y Juan Carlos Colombo (Candiani). Participará en la Selección Oficial en la Competencia de Largometraje de Ficción.