Miércoles 28 de febrero de 2024, p. a10
Acapulco, Gro., Con pico y pala en mano, Carlos Castro Vázquez llegó a las instalaciones del Abierto Mexicano de Tenis (AMT) en el día uno tras el paso del huracán Otis en el puerto en octubre de 2023.
Ramas de árboles, estructuras derrumbadas, lodo, papeles y láminas fue el espectáculo que Charly, encargado de servicios generales del AMT, encontró en el lugar que por siete años había sido su fuen-te de ingresos.
Fue muy feo ver cómo las bodegas y oficinas estaban completamente destruidas. La imagen era desoladora, pero nos dimos a la tarea de recuperar lo que se pudiera; en ese momento no había je-rarquías, todos nos pusimos a ayudar
, relata .
Fue Castro Vázquez el encargado de buscar a la gente clave para el funcionamiento del torneo; una tarea complicada por la falta de electricidad, Internet y comunicaciones.
Comenzamos a hacer grupos y nos citamos en el Burger King que está en la esquina de las instalaciones, muchos sí llegaban al llamado, pero otros los tuvimos que ir a buscar a sus casas, porque no había forma de saber si estaban bien. Varios regresaron a laborar y a otros no los pudimos localizar.
En 120 días el trabajo estuvo listo y la fuente de ingresos de miles de familias no se perdió.
Este es un espectáculo que nos conviene a todos, desde los transportistas del sector público hasta los de turismo y restauranteros. El Abierto da empleo a muchas personas y eso es lo que más se necesita ahora. Ver un poco de tenis nos cae de maravilla no sólo en lo económico, sino también en lo moral
, señala.
En el torneo ATP 500, Charly es el todólogo
, encargado de conseguir cosas tan básicas como un lápiz, hasta organizar actividades y conferencias de prensa.
Estoy en las canchas a veces desde las ocho de la mañana y hasta que el último partido termi-ne, tengo que estar pendiente de las necesidades de todas las áreas.
A la par de contribuir en la reconstrucción del AMT, Castro Vázquez también tuvo que lidiar con las reparaciones en su casa ubicada en el municipio de La Sabana, un lugar donde el desbordamiento del río provocó destrozos en cientos de viviendas.
Viví el huracán con mi esposa y mi hija, tuvimos mucho miedo por la intensidad de las inundaciones y los sonidos que se escuchaban alrededor. Las calles estaban llenas de lodo y las coladeras tapadas, un caos
, narra.
Con el apoyo de las autoridades de Mextenis pudo mantenerse en pie gracias a la comida enlatada y el agua embotellada. Teníamos que viajar por horas a Chilpancingo o San Marcos para conseguir víveres, llegamos a pagar 350 pesos por un cono de huevos. El tema de la higiene también era un problema, además de los zancudos y las enfermedades
.
Cuatro meses después de Otis, los costeños se levantan a paso lento pero constante. Lo que destacan es el ánimo para salir adelante después de un siniestro de esta magnitud.
Hay gente que está ayudando a recuperar Acapulco y otra no, pero en general somos entrones, le echamos ganas para salir adelante. Todo se ha complicado con el tráfico y los problemas viales, pero la gente no se raja
, asegura.