n la segunda mitad del siglo pasado, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de El Colegio de México (Colmex) realizaron proyecciones de población para 1960 y 1980. Observaron que la población mexicana se duplicaba cada 20 años. Estos estudios llevaron a un cambio radical en la política de población del Estado y fueron la base para fundar el Conapo, en marzo de 1974. Con un liderazgo reconocido, la delegación del gobierno mexicano contribuyó a los trabajos de la tercera Conferencia Mundial sobre Población, celebrada en Bucarest, Rumania, en 1974; ahí se firmó el Plan de Acción Mundial sobre Población, el primero que asentó que las variables de población y el desarrollo son interdependientes y que las políticas y objetivos de población constituyen las políticas de desarrollo socioeconómico.
El Conapo es un órgano colegiado integrado por 11 secretarías de Estado y seis organismos gubernamentales. Es presidido por el titular de la Secretaría de Gobernación. Desde 1983 cuenta con los consejos estatales de población ubicados en las 32 entidades federativas, para ajustar la política nacional a las diversidades regionales. En 1986 la Organización de las Naciones Unidas otorgó a México el Premio Internacional de Población, por colocar la política de población en el primer nivel de las preocupaciones gubernamentales y contar con una estructura que aterriza la política de población nacional en políticas estatales.
La secretaría general del Conapo opera los programas de población, realiza los estudios prospectivos y demográficos, y se coordina con las instituciones colegiadas, así como con el Consejo Consultivo Ciudadano para la Política de Población (Cccpp), integrado por 21 representantes de la academia y de organizaciones de la sociedad civil (OSC). El Conapo ha sido una institución ejemplar en cuanto al intercambio y uso de la evidencia en el diseño de políticas públicas.
El gobierno de México se ha beneficiado de la colaboración del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa) y de la división de Población de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Un acontecimiento clave para la agenda mundial de población ocurrió en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD-1994), celebrada en El Cairo en septiembre de 1994. Las agendas feministas y activistas del mundo fueron escuchados en el ámbito internacional, incluyendo connacionales. Investigadoras y activistas del Programa de Salud Reproductiva y Sociedad (Colmex) fortalecieron los insumos que llevaría México a esta conferencia. La CIPD-1994 fue la primera ocasión en que participaron las OSC en la delegación y en que se incluyeron temas como el derecho a decidir de las mujeres, el acceso al aborto seguro, la igualdad de género, la prevención VIH y una educación sexual centrada en los derechos reproductivos. Al llegar a los 20 años de la ICPD y en seguimiento a su Programa de Acción, en agosto de 2013 se realizó la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, organizada por la Cepal, la cual representó otro hito para la agenda de población, se firmó el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo, que es el instrumento internacional más progresista en materia de derechos humanos que se centra en superar las desigualdades sociales, de clase, étnicas, de género y sexuales; las comunidades indígenas y afrodescendientes cobraron mucho más visibilidad en la política de población. Para México fue una apertura estratégica, toda vez que prevalecía una visión conservadora desde principios de este siglo.
En 2019, la Cumbre de Nairobi de noviembre de 2019 (25 años de la CIPD) fue ocasión para que México recuperara su liderazgo internacional. Como jefe de la delegación de México, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, destacó el sentido humanista de la política de población del Gobierno de México fomentando el desarrollo para abatir las brechas de desigualdad y los compromisos vinculados a la protección de los derechos sexuales y reproductivos de las personas; en particular para erradicar las muertes por abortos inseguros, garantizando el acceso a la atención integral, a los servicios de anticoncepción de emergencia y de interrupción legal del embarazo, respetando la dignidad, autonomía, integridad y libertad de las mujeres
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Algunos de los logros de los 50 años, está haber reducido la tasa global de fecundidad (de seis a dos hijos por mujer), la de fecundidad de adolescentes (a la mitad, de 134 a 60 nacimientos por cada mil adolescentes) y ralentizar el crecimiento de la población mexicana, hoy crecemos al uno por ciento anual. Los retos son otros, hay que atender y anticiparse a los cambios en la estructura poblacional; de acuerdo con las Proyecciones de Población de México 2020-70, jóvenes y adultos en edad escolar y laboral conforman la mayoría, y se acusa un envejecimiento poblacional. La distribución territorial y la movilidad (interna e internacional) ha sido un fenómeno demográfico más dinámico en el presente y para las próximas décadas.
Este año el Conapo cumple 50 años de haberse fundado. Sobre otros cambios en la dinámica demográfica escribiré en las próximas colaboraciones.
* Secretaria general del Conapo.