Viernes 23 de febrero de 2024, p. 28
Tijuana, BC., Familiares de los siete elementos de la Guardia Nacional extraviados en las aguas del Pacífico frente a las costas de Ensenada, desde hace más de 48 horas, difundieron una carta enviada al presidente López Obrador con el fin de obtener respuesta y justicia
ante lo sucedido.
Cobardemente se ha difundido, por la parte oficial, información a medias y versiones poco creíbles para cuidar la integridad, rango o estatus social de quienes estuvieron al mando de la práctica, pero no salvaguardaron la integridad, exponiendo la vida de los efectivos que hasta el día de hoy están desaparecidos
, refiere la misiva, con copia para la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.
Señalaron que el ejercicio militar realizado la tarde del 20 de febrero se hizo de manera irresponsable, pues 24 horas antes la capitanía del puerto, dependiente de la Secretaría de Marina, “emitió una alerta por oleaje de 10 a 16 pies en la zona (…) catalogado como el más intenso de la temporada invernal”.
Aun así expusieron la vida de nuestros hijos, hermanos y esposos
, agregaron.
Oleaje de más de tres metros de altura
También detallaron que la práctica militar estaba a cargo del teniente coronel de zapadores David López Ordaz, y los desaparecidos pertenecen al Cuarto Batallón de la Policía Militar y son: Brandon Francisco Gastélum Ayala, Óscar Abraham Sánchez Reyna, Luis Manuel Vilchis Díaz y Arturo Esteban Sarmiento Gaxiola.
Los otros tres son Fernando Pérez López, del Segundo Batallón de Base de Operaciones Especiales; Carlos Frías Lanfard, de la Segunda Brigada de la Policía Militar, y el soldado de infantería Michael Arellano Wilkinson.
Estos nombres no son expedientes para ser archivados, sino seres humanos que pueden encontrarse a la deriva, con la esperanza de ser rescatados. Solicitamos que no paren en su búsqueda hasta ser encontrados
, finaliza la carta firmada por los familiares de los efectivos extraviados en el mar.
Los elementos realizaban actividades la tarde del martes, en una jornada donde la capitanía del puerto suspendió salidas de embarcaciones por olas de más de tres metros de altura.