El telescopio James Webb atravesó escombros con luz infrarroja y captó dos firmas químicas que corroboran el fenómeno
un anillo de perlasrodeando una nube de polvo.Foto NASA/ ESA/ CSA/ vía Europa Press
Viernes 23 de febrero de 2024, p. 7
Washington. Los científicos confirmaron lo que pasó con una estrella que explotó en una impresionante supernova visible desde la Tierra hace más de tres décadas: se transformó en una estrella de neutrones, uno de los objetos más extraños del universo.
En 1987, una estrella en una galaxia cercana se convirtió en supernova y su ardiente desaparición fue detectada a simple vista en el cielo nocturno de la Tierra durante meses. Los científicos pensaron que cuando su núcleo colapsara, los restos se convertirían en una de dos cosas: un agujero negro, del que nada escapa, o una estrella de neutrones, el objeto más denso del universo además de un agujero negro.
El problema era que había tantos escombros que los astrónomos no podían ver más allá del polvo. Pero el telescopio espacial James Webb de la NASA atravesó el desorden mirando en luz infrarroja y vio dos firmas químicas reveladoras (argón y azufre) de una estrella de neutrones supercaliente pulsante, según un estudio publicado ayer en Science.
Debido a que la explosión fue reciente y estuvo bien rastreada, este descubrimiento debería ayudar a los astrónomos a comprender mejor este bicho raro cósmico y sus predecesores que ayudaron a sembrar el universo con elementos importantes como el carbono y el hierro.
Esta estrella de neutrones tiene sólo 20 kilómetros de extremo a extremo, pero pesa 1.5 veces nuestro Sol. Está densamente poblada con poco espacio entre partes de sus átomos. Las consecuencias de la llamada supernova 1987A son probablemente la única vez que la astronomía moderna ha sido testigo del nacimiento y los primeros años de una estrella de neutrones, aunque hay astros más cercanos pero más antiguos en nuestra galaxia, señaralon los científicos.
Además del agujero negro, estos son los objetos más exóticos que tenemos en el universo
, sostuvo el Claes Fransson, astrofísico de la Universidad de Estocolmo en Suecia y uno de los autores del trabajo. Conocemos estos objetos desde la década de 1960, pero no hemos visto que ninguno de ellos se haya formado realmente
.
Las imágenes del distante remanente de supernova muestran lo que Fransson llama un anillo de perlas
rodeando una nube de polvo. En algún lugar en medio de éste último está la estrella de neutrones, precisó.
Los científicos habían sospechado durante mucho tiempo que el núcleo colapsado era ahora una estrella de neutrones. Pero esta medición realizada por el James Webb, aunque no es una imagen directa de ella, proporciona una respuesta bastante definitiva, añadieron Fransson y científicos externos.
El argumento en favor de una estrella de neutrones está bien fundamentado, afirmó Roger Blandford, astrofísico de la Universidad de Stanford, que no formó parte del estudio.
Debido a que la explosión de la supernova fue tan reciente y cercana, “es ‘un regalo que continúa dando’, enseñándonos sobre los neutrinos, la evolución de las estrellas y ahora lo que sucede después de la explosión”, concluyó Blandford en un correo electrónico.