A pesar que las mujeres han avanzando en el acceso a carreras en campos científicos, las investigadoras tienden a desarrollar trayectorias más cortas y peor pagadas, alerta la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Su trabajo está infrarrepresentado en publicaciones destacadas y, a la hora de ascender, a menudo no se las tiene en cuenta, señalan funcionarias de alto nivel del organismo.

Shamila Nair-Bedouelle, subdirectora general de Ciencias Naturales de la Unesco, destaca que las especialistas suelen recibir becas de investigación menores que las que reciben sus compañeros varones y obtienen menos reconocimiento de sus colegas: sólo 12 por ciento de los miembros de las academias nacionales de ciencias son mujeres.

A ello se suma que sólo 22 mujeres han sido galardonadas con el Premio Nobel en más de un siglo. El contexto del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra cada 11 de febrero, el organismo multinacional subraya que pese a los avances alcanzados, actualmente sólo uno de cada tres investigadores a escala mundial es una mujer.

Esta persistente disparidad de género es el resultado de las numerosas barreras que las científicas siguen enfrentando, todas las cuales pueden disuadir a las niñas de seguir carreras científicas y obstaculizar el progreso femenino en este campo, advierte.

Según el organismo de Naciones Unidas, el número de científicas varía de acuerdo con la región. En América Latina se estima que 44 por ciento de quienes tienen una plaza de investigación son mujeres, aunque la media global es de 23 por ciento.

Agrega que la brecha de género también varía por disciplinas científicas: Algunos campos, como la física, tienden a atraer más hombres que mujeres, mientras las ciencias de la vida y las disciplinas de la salud a menudo reportan una distribución de género más equilibrada.

Sin embargo, destaca en su Llamado a la acción de la Unesco: cerrar la brecha de género en la ciencia, que estas fisuras son más evidentes en los campos de la ingeniería y la informática, pues en el mundo sólo 28 y 40 por ciento de los graduados, respectivamente, son mujeres.

Estas diferencias en países y disciplinas, advierte la Unesco, demuestra que la brecha de género no es producto de diferencias innatas entre hombres y mujeres ni está correlacionado con el nivel de desarrollo económico de un país o región. Reflejan barreras sistemáticas que obstaculizan el acceso de mujeres y niñas a las carreras científicas, lo que incluye normas sociales, culturales y de género.