uerrero padece el muy bajo nivel de eficacia de su gobierno estatal, particularmente en materia de seguridad pública. Las principales ciudades, pero no sólo éstas, viven una de las mayores crisis de una entidad que sabidamente es muy difícil de gobernar, sobre todo si quien está al mando, Evelyn Salgado, llegó al cargo sin experiencia política real, rodeada de compromisos políticos y económicos con grupos de diversa textura y sustentada en la estructura e intereses alineados con su padre, el senador Félix Salgado Macedonio.

La grave situación del estado ha propiciado la intervención del alto clero, mediante los obispos de las diócesis locales que han entrado en contacto con jefes de los cárteles para tratar de negociar una tregua que no se concretó.

El presidente de la República validó desde la mañanera esos esfuerzos clericales, al encuadrarlos como parte de la búsqueda colectiva de pacificación, aunque bajo condición de que los eventuales acuerdos no impliquen impunidad, privilegios, licencia para robar (todo lo cual, ha de decirse, existe actualmente, y mucho más, en el escenario de empoderamiento del crimen organizado).

En otra pista, el factor religioso tuvo en un par de días una relampagueante activación, luego de que las dos candidatas a presidir México estuvieron en diferentes fechas en el Vaticano. Además del forcejeo entre bandos para adjudicar a la aspirante de cada uno la mayor primacía dada por el papa Francisco (duración de la entrevista, tomas fotográficas, cercanía), quedó sembrada la discusión respecto a la religiosidad de cada candidata: Xóchitl reivindicando su profundo catolicismo, de generaciones atrás, para tratar de contrastarlo con la distancia de Sheinbaum respecto a credo religioso específico.

El histórico jefe del narcotráfico, Ismael Zambada, El Mayo, nunca encarcelado y siempre reconstituido en medio de guerras de facciones, ha sido acusado en Estados Unidos por tráfico de fentanilo. Ya tenía cuatro cargos relacionados con otras drogas, pero el tema del opiáceo sintético que está causando muchas muertes en el país vecino ha activado exigencias fuertes para el castigo de los narcotraficantes. Un legislador republicano propuso, hace días, que el gobierno de Biden informe periódicamente de la detención y asesinato de capos del cártel Jalisco Nueva Generación.

El Mayo Zambada es un ejemplo de longevidad impune, a diferencia de su compadre Joaquín Guzmán Loera, con quien mantuvo un prolongado control del cártel de Sinaloa, roto con la detención definitiva de El Chapo y la pelea entre júniors sucesores, en medio de la cual se ha podido sostener, aunque en Sinaloa cada vez son más fuertes los disensos entre grupos delictivos que van diversificando sus rubros empresariales, sin quedarse sólo en el narcotráfico en sí.

Ahora, Estados Unidos presiona para que el gobierno mexicano detenga y entregue al citado Mayo, como trofeo a presumir ante la clientela electoral. Esa presión de Washington ha forzado a México a realizar ciertas aprehensiones, enfrentamientos y golpes efectistas. Ya se verá si ello lleva a desarticular la estructura funcional encabezada Zambada, quien no tiene actualmente la mejor capacidad de resistencia.

Astillas

Y, mientras Melina Sandoval y Claudia Susana Quintero, dos mujeres líderes en la defensa de la Bahía de Ohuira, en Sinaloa, usan chaleco antibalas a causa de las amenazas constantes que reciben, en el contexto de la tensa espera de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que autorizará o impedirá la instalación de una muy contaminante planta productora de amoniaco en dicha bahía, proyecto apoyado incluso mediante probadas trampas por los gobiernos municipal de Ahome, el estatal y el federal (entrevista con Marcos Vizcarra, de Revista Espejo: https://goo.su/5Q6FrOY) ¡hasta el próximo lunes, con el escándalo de las muuy pragmáticas listas de candidaturas de Morena a cargos legislativos!

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