En su disco, el artista hace una reinvención
de 10 temas referentes de la música clásica //Ofrecerá concierto en el Lunario del Auditorio
Miércoles 14 de febrero de 2024, p. 7
El artista multidisciplinario Sergio Arau le quita lo pomposo a 10 temas referentes de la música clásica y los adereza con un toque de rock en su disco Tocada y fuga. Creo que no ensucio esos temas, sino que sufren una reinvención
, afirma el ex líder de Botellita de Jerez. Después de presentarlo en una docena de ocasiones por varios lugares, el 28 de febrero expondrá el karma del álbum en el Lunario del Auditorio Nacional.
Lejos de ser una ocurrencia o una mala broma Tocada y fuga tiene su remitente más remoto en la década de 1990. En ese sentido, Arau revela: “a finales de esos años una amiga hizo un video experimental en un club en la zona roja de Tijuana, que se llama Smyrna, que siempre ha estado ahí, incluso mi papá me dijo que lo conocía como El Esmeril, porque te la limaban. Mi esposa, la actriz Yareli Arizmendi, y yo participamos sin avisarle a nadie. Ella se disfrazó de rumbera enmascarada y yo de metalero sabrosón. La verdad sí se puso tensa la cosa. Después nos hicimos amigos de algunos habitués y la cosa se relajó. Lo que quiero decir es que la música que sonaba era Ladies bar, con el grupo Barón de Apodaca, pero reconocí que la base musical era Bolero, de Ravel, pero con la letra de Barón de Apodaca”.
Nunca había hecho un álbum con tanta calma
La idea se le implantó en su retentiva y estuvo paseando por su cabeza. Cuenta: “de hecho, en 2000 me metí hacer unos demos para desarrollar este concepto. Pero lo fui dejando. Hice Un día sin mexicanos, después Naco es chido... y otros proyectos que se vinieron uno tras otro, incluido el regreso con Botellita de Jerez. En esas estaba, cuando cae la pandemia que me agarra en Los Ángeles y, pues, no podías rentar un estudio, pero convencí a mi amigo el músico Germán Briseño, quien además es un ingeniero de clóset, literal porque el estudio lo tiene en uno de sus armarios y comenzamos a trabajar en Tocada y fuga, unas cuantas horas los lunes vía Zoom”.
Arau asegura que grabar el álbum “fue sorprendente porque nunca había hecho un disco con tanta calma; siempre fue aprisa porque el estudio era muy caro. Todo estuvo muy bien y así concretamos Tocada y fuga, que ya está en todas las plataformas con 10 temas de la música clásica del dominio público ya liberadas... de hecho, espero que se liberen los derechos de unas cuantas más para intervenirlas”.
En opinión del entrevistado, “no se trata únicamente de hacer reír a la gente; la cosa es ser crítico, no sólo hacer chistes bobos. Además, Tocada y fuga no es un panfleto; sin embargo, tocamos muchos temas sociales, porque creo que después de la pandemia las personas ya no ríen y, como decía Dario Fo, ‘la gente que ríe no tiene miedo’. Quiero provocar esa risa y si la incito con una causa, adquirirá más sentido. No sólo es ser muy gracioso para hacer un chiste. Eso es exactamente Tocada y fuga”.
Hoy, siglos después de la presencia de los compositores de música de concierto, Arau es, de hecho, inspiración y fuerza creativa tras varias de las más conocidas piezas clásicas.
Esta y muchas verdades más saldrán a la luz por primera vez durante el concierto en el Lunario, el cual no será posteado en Facebook, YouTube, Instagram o Spotify.
En Tocada y fuga se intersecta el rock con la cumbia, el blues y funk y las fusiones/ intervenciones de Arau con Johann Sebastian Bach, Eduardo di Capua, Georg Strauss y Ludwig van Beethoven, para presentar el Danubio blues, El pozole mío; la ópera Carmen, de Georges Bizet, es metamorfoseada como Carmen de Cañón, entre otras.
Además de músico, Arau es cineasta, pintor y creador del art nacó. En 1983 formó Botellita de Jerez, el grupo más influyente en el rock mexicano, que incluyó el humor y la música tradicional mexicana combinada con el sonido del rock contemporáneo. Parteaguas, cambió la forma de hacer rock en México. Grupos como Molotov, Café Tacvba y El Gran Silencio reconocen a la banda como una de sus mayores influencias.
Un día sin mexicanos
Fue director, escritor y productor de la controversial película Un día sin mexicanos, estrenada en 2004, la cual atrajo la atención por el tema y la imaginativa campaña de mercado. Fue la cinta más taquillera de México en ese año. Hasta la fecha ha vendido más de 500 mil devedés en Estados Unidos. Asimismo, fue bandera del Movimiento Pro Inmigrantes de 2006.
En 1984, Arau lanzó su propuesta de art nacó, especie de pop art basado en la cultura popular mexicana, integrando a la pintura iconográfica de la lucha libre y otras manifestaciones culturales, como los altares callejeros. En 1998 Sergio ganó el MTV Award por el video de Café Tacvba Alármala de tos. En 2009 fue comisionado para decorar el Conga Room en el LA Live, un club de Jennifer López y Jimmy Smits. Sus murales, dibujos y esculturas ahora adornan el lugar.
En 2010 dirigió Naco es chido: La verdadera historia de Botellita de Jerez, basada en hechos más o menos reales; falso documental que se estrenó en el Festival de Cine de Guadalajara. También ha dirigido videos para Los Tigres del Norte, Pepe Aguilar y El Gran Silencio, entre otros.
A finales de 2017 editó su álbum Rudo, cuyo sencillo Quiero ser presidente se colocó en los primeros lugares en plataformas digitales. En 2018, además de promover este disco, se lanzó como candidato independiente a la Presidencia de la República; su campaña fue reseñada por medios nacionales y extranjeros, obteniendo millones de adeptos a su favor.
Si quiere develar el resto del repertorio de Tocada y fuga y ver con qué sorprende este artista multifacético, además de vivir una noche desmadrosa pero con conciencia social, lléguele al Lunario del Auditorio Nacional el 28 de febrero a las 20 horas. Boletos en los lugares de costumbre.