Domingo 11 de febrero de 2024, p. 15
Los bancos digitales, mejor conocidos como neobancos, ya son toda una realidad. Están los que apenas han comenzado a ofrecer sus productos y los servicios más básicos, hasta aquellos en los que ya es posible desde un teléfono celular solicitar y obtener un crédito para auto.
A diferencia de las sociedades financieras populares (Sofipos) digitales que operan bajo un modelo totalmente virtual y que han causado gran impacto en el mercado, los neobancos cuentan con el respaldo de instituciones bancarias consolidadas en el país, como pueden ser Santander, Banorte, Banregio o Invex.
Lo anterior, incluso respalda a las personas que deciden ahorrar sus recursos en estas instituciones digitales, pues el seguro de depósito que ofrecen las autoridades mexicanas es mayor en las instituciones bancarias que en las financieras populares por alrededor de 3 millones de pesos, según confirman cifras oficiales.
Los bancos digitales son fáciles de entender: es una institución financiera que debe ofrecer todos los servicios de un banco tradicional, pero de forma virtual, desde la apertura de cuentas hasta la contratación de créditos. Deben tener licencia por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para calificar como banco.
Considerado como uno de los principales promotores de la banca cien por ciento digital está Banregio, que desde hace algunos años lanzó Hey Banco, su aplicación que comenzó con el otorgamiento de tarjetas de débito y de crédito.
Luego presentaron nuevos productos en la plataforma, tales como los préstamos personales, y después las inversiones o la herramienta de ahorro, la cual ofrece tasas de retorno anuales de 13 por ciento. Actualmente, Hey ya cuenta con su licencia bancaria, pero directivos de la firma esperan que hasta 2025 se concrete la separación de Banregio.
Casi similar a la entrada de Hey llegó el gigante brasileño Nu, firma que irrumpió en el mercado mexicano otorgando tarjetas de crédito. Conforme pasaron los meses la empresa adquirió una Sofipo para poder ofrecer más productos a la población, tales como créditos personales o productos de ahorro, en donde ofrecen rendimientos de hasta 15 por ciento anual.
El sorpresivo crecimiento que tuvo Nu en nuestro país, explicaron sus directivos a finales del año pasado, los llevaron a solicitar su licencia ante la CNBV para operar como banco, la cual está en proceso de otorgarse. Cabe recordar que estas dos instituciones no cuentan con sucursales, todo es virtual.
La penetración que tuvieron estas dos instituciones en nuestro país llevó a otras instituciones a hacer lo mismo. Está el caso de Ualá, la fintech argentina que adquirió el banco ABC; Invex lanzó su plataforma Now y Afirme sacó al mercado su oferta digital llamada Billú.
Apenas la semana pasada se anunció el inicio de operaciones de Bineo, respaldado por Banorte, un banco con licencia propia que sólo ofrece hasta este momento cuenta de débito y préstamos personales.
Para este año, el gigante financiero español, Santander, espera tener todo listo para que entre en operaciones su banco digital Open Bank, el cual ya tiene su licencia y está próximo a lanzarse de forma oficial en el mercado.
A diferencia de las Sofipos que ofrecen productos de ahorro, los bancos que cuentan con su licencia ofrecen un mayor seguro de depósito a sus clientes en caso de que la institución financiera quiebre.
En el caso de los bancos, el seguro de depósito está respaldado por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), y asciende a 400 mil unidades de inversión (Udis) o el equivalente a 3 millones 100 mil pesos.
Por su parte, las Sofipos cuentan con el respaldo del Fondo de Protección de Sociedades Financieras Populares y de Protección a sus Ahorradores (Prosofipo), que, de acuerdo con la CNBV, tienen un seguro de 150 mil 700 pesos.
Opciones diferentes
BBVA, el banco de mayor presencia entre los que operan en el país ha sido contundente: no va a abrir ningún banco adicional digital, pues a decir de Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente y director general, la misión de esta institución desde hace algunos años es trasladar todos sus servicios a su aplicación.
De hecho, este banco no ve la necesidad de solicitar una licencia nueva y empezar operaciones desde cero ya que implica un gasto adicional y las inversiones tienen que dividirse en dos instituciones, pero bajo el modelo de negocio actual, la mayoría de las inyecciones de capital van destinadas a tecnología.