Martes 6 de febrero de 2024, p. 21
El Banco de México (BdeM) mantendrá su tasa de referencia, la que determina el costo del crédito al que se financian empresas y personas, en 11.25 por ciento, en su primera reunión de política monetaria del año, en medio de un panorama inflacionario complejo, prevé el consenso de los analistas económicos.
Este jueves, de manera unánime, pero con riesgo de que algún miembro vote por un descenso de la tasa, la Junta del Banco de México compartirá la misma decisión que su similar estadunidense en su primera decisión de 2024 de la semana pasada.
Lo más importante será el comunicado que publique el banco central sobre los riesgos en la economía mexicana y en la inflación. La primera decisión de baja de tasas podría ser en marzo o seguir de cerca la Reserva Federal (Fed)
, prevé Juan Mussi, asesor financiero y socio en Alpha Patrimonial.
Francisco Flores, director de economía nacional de Banorte, explicó que desde noviembre la inflación anual en México se ha acelerado. En primera instancia por un efecto de base adverso, pero también por un choque negativo desde diciembre, debido al fuerte incremento en las frutas y verduras, lo que continuará en el corto plazo.
Aunque, reconoció Flores, la política monetaria difícilmente puede incidir en los choques de oferta, donde sí podría tener un mayor efecto es en los servicios dentro de la subyacente, categoría que ha mostrado una notable persistencia al alza desde mediados de 2022.
Considerando todo esto, es prácticamente un hecho que el balance de riesgos para los precios continuará sesgado al alza. En este sentido, se verá una revisión a los estimados de inflación de corto plazo de la institución monetaria.
Ante estos riesgos, la autoridad monetaria preferirá mantener una postura de cautela, difiriendo al menos por una reunión el comienzo de los recortes.
La votación será unánime, aunque no podemos descartar por completo que algún miembro de sesgo más flexible se decante a favor de iniciar el ciclo de relajamiento. Otros temas que podrían ser discutidos incluyen la postura monetaria global y la tasa de interés real, factores que creemos serán los detonantes para el comienzo de las disminuciones en marzo.
Así, la atención estará en el tono del comunicado, particularmente en la guía futura y los cambios que podría sufrir para dar mayor claridad sobre el siguiente movimiento. Se podría hacer un ajuste para señalizar la posibilidad de un recorte en el corto plazo. También se estará pendiente al balance de riesgos sobre la inflación, el cual se ha tornado más retador. Esta sería la principal razón por la cual no se materializará un recorte, por ahora.