Sábado 3 de febrero de 2024, p. 15
La Habana., El gobierno de Cuba destituyó al ministro de Economía, Alejandro Gil, tras las recientes demoras a un paquete de medidas que incluyen un alza en los precios de los combustibles y la electricidad.
El Consejo de Estado, a propuesta del presidente Miguel Díaz-Canel, removió del cargo como viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación a Alejandro Gil Fernández. Su lugar será ocupado por Joaquín Alonso Vázquez, actual presidente del Banco Central, informó este viernes el periódico Granma en su página de Internet.
Gil ocupaba el cargo desde 2018 y fue destituido junto con otros altos funcionarios, en un contexto de crisis por el anuncio del aumento del precio del combustible, explicó Granma.
Los cambios también incluyeron a Manuel Santiago Sobrino Martínez, ministro de Industria Alimentaria, otra área en la mira de las autoridades que insisten en la necesidad de incentivar la producción de alimentos, en un país que importa cien por ciento de la canasta básica, según datos oficiales. En su lugar fue nombrado Alberto López Díaz, actual gobernador de Villa Clara, una provincia del centro del país.
Los cambios en el gobierno de Díaz-Canel se anunciaron dos días después de que el gobierno puso en suspenso un incremento de 500 por ciento a los precios de la gasolina, que estaba programado para entrar en vigor el primero de febrero, con el argumento de que un ciberataque proveniente del extranjero había impedido su puesta en marcha.
Las autoridades también habían anunciado incrementos de 25 por ciento a partir del primero de febrero de las tarifas de la electricidad para el sector de mayor consumo y a la factura de gas licuado.
Recientemente el gobierno cubano dio marcha atrás a una medida para incrementar las tarifas del transporte público, que había anunciado en diciembre pasado, como parte de un plan para aumentar este año los precios en varios sectores de la economía.
El gobierno, que subsidia casi el total de los servicios y bienes básicos que consumen los cubanos, esbozó en diciembre un paquete de medidas para revertir la crisis económica que enfrenta el país por los efectos de la pandemia, las distorsiones internas de su economía y el recrudecimiento de las sanciones impuestas por el ex presidente republicano Donald Trump y que casi no han variado en los tres años de gobierno del demócrata Joe Biden.
De acuerdo con previsiones oficiales, la economía cubana se contrajo hasta 2 por ciento en 2023, mientras la inflación cerró en 30 por ciento.
A finales de diciembre el gobierno admitió que era insostenible continuar vendiendo el combustible a precios subsidiados. Cuba afronta una crónica crisis de combustibles, agravada desde abril. El gobierno argumenta que se debe al incumplimiento de países que suministran a la isla.
Venezuela, principal proveedor de crudo de Cuba, entrega 56 mil barriles diarios, mientras que México y Rusia han contribuido durante el último año a atenuar el severo déficit de combustible de la isla.