Miércoles 31 de enero de 2024, p. 2
Pese a la gravedad de la escasez de agua en la Ciudad de México, no existen elementos de información pública suficientes para conocer la magnitud real y las causas de este fenómeno, por lo que el primer paso para resolver la crisis es explicar claramente cuál es su estado actual, para diseñar estrategias de solución entre autoridades, academia, sociedad civil y empresarios.
Así lo afirmó Rodrigo Gutiérrez, investigador de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, quien subrayó la necesidad de cambiar el esquema de abastecimiento, basado únicamente en presas, para dedicar más esfuerzos a la captación de agua de lluvia y reparación de fugas.
Uno de los grandes problemas que estamos padeciendo hoy es que hay muy poca información, no sabemos mucho sobre las razones por las cuales no tenemos agua. Se dice simplemente que hay un problema de escasez debido a la falta de lluvia, por el cambio climático, pero ésas son generalidades y no son suficientes para que la ciudadanía pueda participar en la deliberación y solución de la problemática
, señaló en entrevista.
El especialista en derecho humano al agua recalcó la importancia de que haya información más clara sobre la cantidad de lluvias esperada y qué acciones tomará el Estado para enfrentar dicha situación, porque no puede escapar a sus responsabilidades alegando que es una eventualidad natural y no tiene recursos para enfrentarla. Eso es inadmisible
.
Esa falta de información pública sobre el tema, dijo, nos impide saber en qué medida la escasez del líquido es producto de su distribución inequitativa y su acaparamiento por parte de grandes empresas, en un país donde se ha dicho que uno por ciento de la población está ocupando una quinta parte del agua concesionada
.
Gutiérrez consideró que la cuenca del valle de México, pese a sus dificultades hídricas, podría autoabastecerse de líquido a través de medidas como la recolección de agua de lluvia a través de sistemas de captación en grandes edificios, como los centros comerciales, para luego distribuir el recurso en época de estiaje.
Además de ello, deben cuidarse las zonas de recarga de los mantos acuíferos y atender el problema de las fugas de la red de agua potable, por las cuales se escapa hasta 40 por ciento del agua que existe en la Ciudad de México.