Algunos detonantes fueron productos de consumo masivo, como jitomate y cebolla
Jueves 25 de enero de 2024, p. 16
El encarecimiento de las frutas y verduras, así como la renuencia de las mercancías alimenticias y de los servicios a bajar, provocó una reaceleración de la inflación general anual en México en la primera quincena de enero y otra vez ronda 5 por ciento, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La inflación general en México fue de 0.49 por ciento quincenal y de 4.9 por ciento anual en la primera quincena de enero, alejándose del objetivo de estabilidad de precios del Banco de México (entre 3 y 4 por ciento), toda vez que se ubicó por arriba de las expectativas y representó el mayor nivel de precios al consumidor en las 14 quincenas pasadas.
Con la cuesta de enero en primer plano, la inflación en el país se siguió acelerando por quinta quincena consecutiva y acumuló 69 quincenas fuera del objetivo de estabilidad de precios.
El jitomate, cuyo precio es tema de conversación entre consumidores en las semanas recientes, al estar en alrededor de 50 pesos el kilo, y cuando los comerciantes argumentan que ahora se tiene que contratar seguridad porque lo roban con todo y camión, fue de los productos que más incidencia tuvieron con a inflación, con una variación quincenal de 25.64 por ciento y anual de 54.24; le siguieron las loncherías, fondas, torterías y taquerías, con una variación quincenal de 0.76 por ciento y anual de 7.7 por ciento; y la cebolla, 7.16 por ciento quincenal y 138.46 anual. Además de los aumentos de los cigarrillos, vivienda propia, tomate verde, restaurantes, refrescos envasados y derechos por suministro de agua, principalmente.
Si bien el aumento de la inflación en la primera quincena del año está relacionada con productos volátiles, como los agropecuarios, y de otras mercancías estacionales por inicio de año, el incremento de precios al consumidor fue superior a la estimación que tenía el consenso del mercado de 4.78 por ciento, y estuvo por encima del 4.86 por ciento anual registrado en las dos semanas anteriores.
De acuerdo con el índice nacional de precios al consumidor, la inflación de los precios de frutas y verduras se dispararon 4.95 por ciento en los primeros 15 días de enero respecto a la segunda quincena de diciembre; mientras en los anteriores 12 meses, 20.69 por ciento. En 2022, estos productos contribuyeron al descenso de la inflación, al reportar caídas, pero las sequías, el fenómeno de El Niño y problemas de seguridad están presionando el precio de estos productos esenciales.
La inflación anual de servicios se mantiene por arriba de 5 por ciento y continúa registrando cifras quincenales por encima de sus promedios históricos. Estimamos una mejoría gradual del panorama inflacionario, debido a la desaceleración que pronosticamos para el consumo y la apreciación acumulada del tipo de cambio. Como riesgos al alza para la inflación destacamos un componente de servicios más persistente de lo estimado y un rebote más pronunciado de la inflación no subyacente, particularmente frutas y verduras, 40 por ciento que sorprendieron al alza
, explicó Iván Arias, director de estudios económicos de Citibanamex.
La buena noticia es que la inflación subyacente, que excluye de su cálculo la energía y los alimentos frescos, así como determinar la trayectoria de los precios en el mediano y largo plazos, aunque repuntó 0.25 por ciento a tasa quincenal, luego de la caída previa, la tasa anual bajó a 4.78 por ciento desde 4.98 por ciento, su nivel más bajo desde agosto de 2021.
La inflación no subyacente, que incluye productos agropecuarios y energéticos, registró un crecimiento de 1.22 por ciento quincenal y de 5.24 por ciento a tasa anual.
Dado que el dato de inflación sorprendió, la hoja de ruta del costo del crédito está en el aire, pues dividió opiniones entre los analistas, ya que algunos mantuvieron que el Banco de México descenderá la tasa de referencia, actualmente en 11.25 por ciento, en marzo; mientras otras voces consideran que la autoridad debería esperar hasta asegurarse de que la desinflación retoma su tendencia.