En una escueta carta, la institución educativa alega preocupación por la seguridad de la exhibición
Martes 23 de enero de 2024, p. 4
Samia Halaby nació en Jerusalén en 1936 y conserva vívidos recuerdos de su infancia en Palestina, en especial de los árboles y las hojas del jardín de su abuela. A los 87 años, ya como relevante exponente de la abstracción, el Museo de Arte Eskenazi de la Universidad de Indiana canceló abruptamente la primera gran retrospectiva de la encumbrada artista, activista y educadora, que a los 11 años fue desplazada del territorio y al lado de su familia emigró a Estados Unidos.
La universidad argumentó en una escueta carta preocupaciones por garantizar la integridad de la exhibición durante su duración
al cancelar la muestra Centers of Energy en diciembre, después de que tomó tres años prepararla y se exhibiría a partir del 10 de febrero. La selección incluyó obras de seis décadas de la trayectoria de quien fue alumna y profesora en esa universidad, con préstamos de importantes museos, colecciones particulares y la propia artista.
Samia Halaby, como describió The New York Times, es una combinación del expresionismo abstracto y el constructivismo ruso con el activismo social de los muralistas mexicanos de principios del siglo XX
. Algunos museos que la incluyen en su colección son el Guggenheim de Nueva York y el de Abu Dhabi, el de Arte de Cleveland, el Instituto del Mundo Árabe y la Universidad Birzeit en Ramala.
Después de salir de Palestina, su familia se estableció en Líbano, en 1948, y a partir de 1951, en Ohio. Fue en Estados Unidos donde recibió su formación profesional en un momento en el que el expresionismo abstracto era popular, pero no ocurría lo mismo con las pintoras abstractas, que estaban marginadas. Fue la primera mujer en ser profesora titular en la Escuela de Arte de Yale, donde se desempeñó por casi una década.
En su página personal se afirma: considera que nuevos enfoques de la pintura pueden transformar nuestras formas de ver y pensar, no sólo dentro de la estética, sino también como una forma de descubrir nuevas perspectivas para los avances de la enseñanza, la tecnología y la sociedad en general
.
En su trabajo se interesa en las escenas artísticas árabes y occidentales, pues sus pinturas expanden la tradición geométrica islámica y la pintura moderna, con contribuciones no occidentales al modernismo en Nueva York y Londres.
En los años 80 aprendió a programar para hacer obras en computadora, con una convicción en la experimentación; ha incursionado en el dibujo, el grabado y al arte cinético. También es autora de cuatro libros, uno de ellos, Liberation Art of Palestine (2001), en el que aborda el arte en la segunda mitad del siglo XX como parte de la lucha de liberación; habla del contexto, sus símbolos, desarrollo y raíces históricas, además de brindar conocimientos sobre el conflicto que sacude al mundo.
En 2017 publicó Drawing the Kafr Qasem Massacre, en el que, a partir de entrevistas con sobrevivientes de la masacre perpetuada en 1956 por la policía israelí, Halaby creó una serie de dibujos para documentar el hecho. Las emociones de ira y miedo saltan de cada página de este libro, y permiten al lector ser testigo del terrible sufrimiento que soportan los habitantes de esta pequeña aldea palestina
.
Halaby es también defensora de los movimientos de liberación de la clase trabajadora y de su tierra natal. A lo largo de su carrera ha abogado apasionadamente por la dignidad, la libertad y la autodeterminación del pueblo palestino
, agregó el periódico estadunidense. La octogenaria es un personaje muy activo en la red social Instagram, y ha expresado su solidaridad con Gaza ante los ataques de Israel.
La decisión de la Universidad de Indiana ha generado controversia y numerosas críticas que proliferan en medios de comunicación y redes sociales, donde han lanzado cartas para que se recupere la retrospectiva de Halaby. La organización PEN America consideró que la cancelación de la muestra representa una afrenta alarmante a la libre expresión
. Destacó que desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas en octubre pasado, los artistas se han enfrentado a cancelaciones y aplazamientos debido a sus opiniones políticas.