El espectáculo lleva un mensaje alentador a niños con sensibilidades diferentes
en la forma de vivir
Sábado 20 de enero de 2024, p. 7
Entre música del periodo renacentista, interpretada en percusiones y flauta, con un toque de cumbia, se desarrolla el espectáculo El grillo y el topo, que lleva un mensaje alentador a niños y jóvenes con sensibilidades diferentes
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Mediante el universo de la imaginación, la flautista Paula Luna González, el percusionista Armando Aranda Robledo y el narrador oral y cuenta-cuentos Bernardo Govea presentarán la historia de Brunildo los sábados y domingos, hasta el 28 de enero en el Teatro del Pueblo.
La propuesta, que une teatro, narración oral y música, toma como punto de partida el cuento clásico del autor italiano Giambattista Basile, El grillo y el topo, adaptación de El escarabajo, el grillo y el topo, el cual forma parte de Pentameron, texto publicado entre 1634 y 1636 en Italia, una recopilación conocida como el cuento de los cuentos.
El montaje se basa en el cuento de Giambattista de finales del siglo XVII, pero se adaptó para quitar entre otras cosas la violencia que estaba muy presente en los relatos clásicos y de hadas, todo era cuestión de discriminación y de género y en esta adaptación que hicimos nos tomamos la licencia de incluir un poco de cumbia a la música renacentista
, explicó en entrevista el narrador.
Sobre la historia, Bernardo Govea dijo que El grillo y el topo al igual que otros textos clásicos desnuda nuestros defectos, anhelos, miedos, conflictos y deseos. En este caso se burlan del protagonista al considerarlo tonto, pero a diferencia de las demás personas sólo es un chico sensible a su mundo y el arte
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En la trama, Brunildo es un joven al que le cuesta trabajo todo, la gente del pueblo piensa que es torpe, pero no es así. Su padre se avergüenza de él por lo que un día se le ocurre la idea de enviarlo a realizar una actividad que implique responsabilidad, de esta manera busca obligarlo a ser más inteligente y astuto. El padre le pide que vaya al pueblo más cercano a buscar ovejas.
En medio del bosque Brunildo se encuentra a un hada, la cual le muestra un grillo que toca la flauta. El joven cautivado por el animal decide comprarlo con el dinero que tenía para las ovejas. El chico regresa a casa pensando que su padre lo felicitará por la adquisición, pero no sucede así. Es regañado por su papá, pero le da una segunda oportunidad. Al día siguiente se encuentra con otra hada, quien le vende un topo que toca el tambor. Al regresar a casa, su padre desesperado y molesto decide correrlo.
Tras dejar su casa, Brunildo llega a un pueblo con la intención de rehacer su vida. Al poco tiempo se entera de que la hija del rey está enferma de tristeza y ofrecen su mano a aquel juglar o saltimbanqui que logre hacerla reír. Brunildo se presenta delante de la princesa con la intención de cautivarla, lleva al grillo y al topo. Para sorpresa de todos los ahí presentes, los animales tocan y logran que la chica sonría feliz. Pero el rey no permitirá que sea su yerno, así que el joven deberá esforzarse y ser más inteligente para poder lograr sus objetivos.
El narrador Bernardo Govea comentó que en la historia el personaje de Brunildo no es torpe, simplemente se trata de sensibilidades diferentes en la forma de vivir.
El grillo y el topo respeta la esencia narrativa de los cuentos clásicos, pero existe una congruencia con los cambios sociales y culturales de la sociedad actual. La música renacentista evoca un mundo poderoso y cautivador que ha sido del agrado de las infancias, los jóvenes e incluso de los adultos.
La narración oral escénica con música del periodo renacentista y un toque de cumbia se presenta hasta el 28 de enero, sábados y domingos a las 13 horas, en el Teatro del Pueblo (República de Venezuela 72, colonia Centro Histórico).