Con capacidad para recibir hasta 200 personas migrantes, fue inaugurada ayer la Casa del Migrante Arcángel Rafael II, ubicada en la zona industrial de Xalostoc, Ecatepec, una de las áreas por donde los migrantes transitan para abordar el tren. El espacio, que será administrado por religiosos scalabrinianos, es fruto de la colaboración entre las iglesias católica y de Jesucrito de los Santos de los Últimos Días, autoridades civiles, organismos internacionales y sociedad civil.

Giovanni Lepri, representante en México de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), afirmó que la situación de las personas en movilidad no es un fenómeno, porque son seres humanos que han tenido que tomar esta decisión dramática de dejarlo todo para buscar una vida mejor o porque no tenían alternativas.

Tras confiar en que México siga siendo un país de acogida y oportunidades, donde muchas personas puedan reconstruir su vida, destacó que el trabajo que hace la sociedad civil y sobre todo las iglesias, es la columna vertebral de la respuesta humanitaria en el país.

Se comprometió a seguir trabajando juntos, a seguir colaborando como organismo internacional. Estamos contribuyendo a este esfuerzo y celebró que aunque sea una casa de tránsito temporal allí las personas migrantes se sientan protegidas y reconocidas por lo que son: seres humanos.

Juan Carbajal Tejeda, director de Movilidad Humana de la Arquidiócesis Primada de México y director del nuevo espacio, conminó a quienes aspiran a dirigir al país a exponer sus propuestas para atender esta situación.

Estamos en un momento coyuntural de elecciones y se necesita saber cuáles son los planes de estos candidatos que aspiran a tener un puesto público, cuál es su agenda y sus preocupaciones en el tema de las migraciones, y criticó la tramitología a la que también se enfrentan las personas en movilidad.

El obispo de Ecatepec, Roberto Domínguez Couttolenc, sostuvo que ante el alza de flujos migratorios, cada vez es más común que personas en movilidad transiten por el municipio.

Ecatepec no era paso de migrantes, desde hace unos años hemos detectado, antes rodeaban el cinturón de la Ciudad de México, pero ahora ya es paso de migrantes y algunos se quedan algún tiempo, entonces había mucha necesidad para abrir esta casa.

Expuso que ciudadanía y gobiernos deben meditar qué estructuras tenemos y qué estamos haciendo para que la gente salga a buscar mejores condiciones de vida que no están dando en sus lugares de origen.

Urgen políticas sólidas

Lepri llamó a poner realmente en marcha políticas públicas sólidas que incluyan personas en movilidad, porque van a seguir llegando, a raíz de la violencia, persecuciones, desastres naturales y problemas socioeconómicos.

En el albergue ya hay 160 personas migrantes, entre ellos: Oscarlis Arias, Jessica Vargas y su hijo Óscar (6 años), de Venezuela, su travesía ha durado mes y medio, y todavía les falta un tramo complicado para llegar a Estados Unidos en busca de dar un mejor futuro a nuestro hijo.

Sobre su experiencia más difícil, Óscar responde: la selva (del Darién), por los desafíos naturales: pantanos, ríos y animales y los de seguridad. Me resbalé en una montaña y me caí, pasé frío, hambre no, contó a La Jornada.