Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, insistió ayer al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en lo esencial de proteger a los civiles en los intensos combates urbanos en las ciudades más grandes de Gaza y sus alrededores.

El presidente enfatizó la necesidad absoluta de cuidar y separar a la población civil de Hamas, incluso mediante corredores que permitan a la gente desplazarse de forma segura de zonas de combate delimitadas, indicó la Casa Blanca en un comunicado.

En su primera conversación telefónica con Netanyahu desde el 26 de noviembre, Biden subrayó la importancia de que haya un flujo continuo y sostenido de ayuda humanitaria al enclave palestino y celebró la reciente decisión de Israel de permitir la entrada de una cantidad mínima de combustible, si bien recordó que es necesaria de forma urgente mucha más asistencia en otros ámbitos.

Estados Unidos ha respaldado con firmeza a Israel desde el sangriento ataque de Hamas del 7 de octubre, en el que murieron mil 200 personas, según autoridades israelíes.

Sin embargo, la administración de Biden, quien ha perdido respaldo en su propio país a raíz de su apoyo a Tel Aviv, está cada vez más preocupada por las consecuencias para los civiles de la respuesta israelí en la franja de Gaza, donde han muerto al menos 17 mil personas, la mayoría mujeres y niños.

Según la Casa Blanca, el mandatario también enfatizó a Tel Aviv, que ya opera en el sur de la franja de Gaza, que el número de víctimas y desplazamientos no debería ser tan alto como en el asalto inicial en el norte del territorio palestino.

Casi una semana después de la reanudación de las hostilidades, hay miles más hacinados en Rafá, en la frontera sur con Egipto, con los hospitales saturados y la ayuda insuficiente para cubrir las necesidades, según la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos.

Biden también habló con el rey Abdalá II de Jordania, a quien trasladó el compromiso de Washington de facilitar ayuda humanitaria sostenida en el tiempo a la población del enclave palestino, controlado por Hamas.

El presidente y el rey Abdalá afirmaron su compromiso de trabajar juntos y con otros asociados regionales para establecer las condiciones para una paz duradera y sostenible en Oriente Próximo, lo que incluye el establecimiento de un Estado palestino, sentenció la Casa Blanca en otro comunicado.

En tanto, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, reiteró su denuncia contra el genocidio que Israel está cometiendo sobre el pueblo palestino, que cuenta además con el apoyo de Estados Unidos y el resto de Occidente frente a unas ineficaces organizaciones internacionales que reclaman derechos humanos.

Lo que está sucediendo en Palestina es un genocidio y un crimen contra la humanidad, y es lamentable que más de 5 mil niños hayan sido martirizados por el régimen sionista, denunció Raisi en el marco de su visita oficial a Moscú, donde se reunió con su homólogo ruso, Vladimir Putin, quien no se pronunció al respecto.