l colectivo La Letra Escarlata y el Programa Cultura Comunitaria de la Secretaría de Cultura federal publicaron recientemente la antología Las otras que soy, la cual recopila historias, poemas y crónicas de mujeres privadas de su libertad que han ganado premios literarios. Este programa apoya el trabajo artístico de agentes culturales, individuales o colectivos, con el objetivo de defender los derechos de personas en condiciones de movilidad humana o de privación de su libertad.
Las otras que soy es una edición ilustrada con xilografías y linóleos impresos en papel algodón de 35 por 25 centímetros de la colección Ángeles Caídos
del Taller Gráfica Canera, bajo la coordinación de Andrés Huitrón Córdoba, que trabaja con personas privadas de su libertad de los centros penitenciarios varonil y femenil de San José del Alto, Querétaro. El taller se especializa en la técnica de xilografía, ofreciendo mejores condiciones de vida a través del arte.
La artista, actriz, poeta y narradora Mara Romero fundó el colectivo La Letra Escarlata en 2008, proyecto independiente que ha logrado sobrevivir a la apatía de gobernadores, presidentes municipales y autoridades. Trabaja con la población penitenciaria femenil a través de talleres de danza, teatro, performance, literatura y escritura modificando la vida de cientos de personas y resignificando su estancia a partir del arte. Los talleres no son para crear artistas, sino para recuperar un pedazo de dignidad, que es lo primero que se pierde cuando se llega a esos lugares.
Reconocidas por su valentía y calidad literaria, las mujeres en su hostil encierro, surtidor de nostalgias y arrepentimientos, escriben por elección y no desde la imposición; cuentan sus experiencias y contextos de vida fuera y dentro de la cárcel, reflexionan las acciones que las llevaron adonde están, retratan el mundo en palabras. Son emociones narrativas que van desde el erotismo, el olvido, la familia, el amor, la comunidad, historias desgarradoras que nos conducen a lo más profundo de la soledad, donde el perdón y el daño zumban como recordatorio de lo irreparable.
Escribir desde el encierro es quizá uno de los actos de mayor libertad que pueden ejercer las personas privadas de su libertad
, señala en el prólogo Esther Hernández Torres, directora general de Vinculación Cultural.
Cerca de 700 mujeres de tres de los cuatro centros de readaptación social femeniles del estado de Sonora participan en diferentes talleres, de las cuales 85 por ciento tienen menos de 30 años y son madres de por lo menos un hijo. El proyecto La Letra Escarlata está considerado dentro de los 10 programas de reinserción social más importantes a nivel mundial.
Mara Romero creó esta red de reconstrucción de vidas, algo que parece florecer después de luchar para dar voz a quienes no la tienen: mujeres dignas de seguir buscando un nuevo mundo, pero sobre todo un nuevo yo.
La ley se debe aplicar –pero primero los derechos humanos– para que estas mujeres y sus hijos no se conviertan en un misil para la sociedad.
A continuación presento un poema firmado por KM:
Sola en una noche fría
En lo más oscuro de aquel camino
Mi cuerpo se invade de pasión;
Unas cuantas manos quisiera sentir,
Placer, frío,
Sin taparme ningún rincón
del cuerpo
soñando en esos ríos
de sudor
de tu cuerpo
en esos ayeres,
cuando sentía tu fuerza
y me hacías expresarme en gritos
ahora que no estás
qué triste es aquel
cuerpo desnudo.