Jueves 7 de diciembre de 2023, p. 5
El color se encuentra en todo el país, menos cuando se trata de la historia de su fotografía. Hasta hoy, ese recuento ha sido ilustrado, casi en su totalidad, en blanco y negro
, según James Oles, curador de la muestra Mexichrome: Fotografía y color en México, que se presenta en el Museo del Palacio de Bellas Artes hasta el 3 de marzo de 2024.
Organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) en colaboración con Fundación Televisa, la importancia de esta muestra, conformada por 180 imágenes de 90 artistas nacionales, así como de Europa, Estados Unidos y Sudamérica, consiste en que es la primera revisión
que se hace en el país sobre la historia del uso del color en las imágenes, desde las impresiones coloreadas a mano hasta el uso de las nuevas tecnologías.
En ésta se explora y se cuenta por vez primera la amplia y compleja historia
que surgió en México después de la invención de la primera película a color, comercializada por Kodak hace más de 80 años.
En un recorrido, James Oles destacó que si bien la fotografía a color es para la actual generación –merced los teléfonos inteligentes– algo que parece normal, cotidiano y gratis
, hasta hace unas décadas para muchos fotógrafos el color fue un reto, algo difícil, muy caro, a veces inalcanzable o demasiado comercial, folclórico o problemático para ser arte
.
Entonces, subrayó, por muchas razones, la historia de la fotografía a color en México nunca ha sido contada, y es realmente maravilloso, al mismo tiempo que terrible, ser el primero en tratar de narrar o crear un canon o crear un conjunto de imágenes
como se hizo en esta exposición, cuyo título, explicó, alude a la película Kodachrome, que fue una de las más importantes utilizadas por los artistas desde los años 30.
El especialista aseguró que nuestro país tiene una de las historias de la fotografía más importantes en el mundo, al nivel de Francia, Alemania o Estados Unidos
, y que, aunque hay miles de libros sobre esa historia, la mayoría omite por completo
la fotografía a color.
Tanto fue el prejuicio de muchos fotógrafos e historiadores en contra del color, mientras muchísimos artistas, tantos mexicanos como extranjeros, sí lo estaban trabajando
, destacó y mencionó por ejemplo que incluso importantes autores, ampliamente reconocidos por su producción en blanco y negro, también experimentaron en esa vertiente, como Manuel Álvarez Bravo, Mariana Yampolsky y Héctor García, de quienes ahora se exhiben ejemplos atípicos
.
Acompañado por Alejandra de la Paz y Alicia Lebrija, directora del Museo del Palacio de Bellas Artes y presidenta ejecutiva de Fundación Televisa, respectivamente, James Oles precisó que esta iniciativa es resultado de tres años de trabajo en el archivo fotográfico de Fundación Televisa, donde pudo acceder y revisar entre 10 mil y 20 mil imágenes.
El historiador del arte reiteró que esa muestra no es una enciclopedia, ni el fin de una historia
, sino el principio de una que apenas comienza a ser contada y que espera pueda detonar varios proyectos más, como una exposición para el año entrante de la fotógrafa estadunidense Phyllis Galembo en el Museo de Antropología sobre danzantes de carnaval en México.
“Mexichrome intenta abrir una caja de Pandora o, para usar otra metáfora, sólo es la punta de un iceberg de imágenes (…) No pudimos incluir a todos los fotógrafos que descubrimos ni todas las maravillosas fotografías que encontramos durante la fase de investigación, así que este es un primer paso.”
Con obra procedente de más de 70 colecciones y archivos públicos y privados, la muestra fue diseñada de forma temática a partir de 10 núcleos: Introducción, Paisaje, El pasado prehispánico, Arquitectura vernácula, Arquitectura moderna, Antropologías, Ansiedad y violencia, Religión y ceremonia, Mercados y comercio y Bandera.
A lo largo de su exhibición, habrá una serie de actividades paralelas, además de que Fundación Televisa creó la plataforma electrónica mexicochrome.mx, en la que el público puede recorrer la exposición de manera virtual y acceder a contenidos diversos.
Esta es una exposición inédita. La fotografía en color no era tomada en serio; lo viví en carne propia en los años 70 y 80. Si hacía Polaroid, eso no valía la pena; lo veían como un juego y decían que uno no era serio ni profesional, que eran fotos comerciales y de vitrinitas. Pero la fotografía a color es muy seria. El signo de nuestro tiempo es el color, por eso a veces es muy difícil entender qué pasaba en los años 70, 80 y hasta 90. La gente hacía blanco y negro porque era más fácil tener control, imprimir color era dificilísimo
, dijo Lourdes Almeida, una de las artistas participantes, al lado de Pedro Meyer, Rodrigo Moya, Walter Reuter, Hugo Brehme, Melanie Smith, Paul Outerbridge, Bob Schalkwijk, Francis Allys y Rubén Ortiz Torres, entre otros.