Estaban canceladas desde junio de 2022
Jueves 7 de diciembre de 2023, p. 36
Las corridas de toros en la Ciudad de México se reanudarán gracias a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) levantó la suspensión impuesta por un juez de distrito. La decisión de los ministros no resuelve el fondo del asunto, sólo determina que la medida cautelar era ilegal, pues la asociación que promovió el amparo no comprobó tener interés legítimo en el asunto.
Lo anterior se justificó con base en el artículo 131 de la Ley de Amparo, que establece que la suspensión se concederá únicamente cuando el quejoso acredite el daño inminente e irreparable a su pretensión en caso de que se niegue, y el interés social que justifique su otorgamiento
, lo cual no ocurrió con la agrupación quejosa denominada Justicia Justa.
Por unanimidad, los ministros aprobaron el proyecto presentado por Yasmín Esquivel Mossa en el que señala que los eventos taurinos constituyen una actividad reconocida como lícita.
Indica que la suspensión no tiene base jurídica, pues en ningún caso, el otorgamiento de la medida cautelar tendrá por efecto modificar o restringir derechos ni constituir aquellos que no haya tenido el quejoso antes de la presentación de la demanda
.
Agrega que la suspensión concedida el 9 de junio de 2022 por el juzgado primero de distrito en materia administrativa del primer circuito afectaba los derechos legales de las empresas y personas que se dedican a este espectáculo.
Desde temprano, organizaciones a favor de los derechos de los animales, así como trabajadores y empresarios de la Plaza México, se manifestaron frente a la sede de la SCJN.
El grupo a favor de las corridas se apostó frente a la puerta principal del máximo tribunal, mientras los animalistas se colocaron sobre la acera. Ambos desplegaron lonas y carteles a favor de su respectiva causa y corearon consignas, pero sin agredirse entre ellos.
Los animalistas señalan que hay dos antecedentes de la Corte en contra de la celebración de las corridas de toros, mientras los empleados y personas que apoyan la llamada fiesta brava argumentaron que la suspensión de las corridas atenta contra sus fuentes de empleo y tradiciones.