Martes 5 de diciembre de 2023, p. 27
Dubái. Introducir impuestos globales a los servicios financieros, el sector del gas, el petróleo y las industrias del transporte podría reunir cientos de miles de millones de dólares para que los países pobres se adapten y lidien con el calentamiento global, afirmó Mia Mottley, primera ministra de Barbados, durante la conferencia sobre cambio climático de Naciones Unidas, COP28, que se realiza en Emiratos Árabes Unidos.
Mottley planteó cómo los países pobres, con ayuda de aquellos más ricos y financiamiento internacional, podrían asumir los costos astronómicos de la adaptación del mundo al cambio climático, reducir su impacto futuro y pagar por las pérdidas y daños causados cuando inundaciones, incendios forestales y calor golpean a las comunidades.
Algunas naciones insulares pequeñas presionan en Dubái para que la cuestión financiera avance en las negociaciones, con el argumento de que es vital enfrentar la subida del mar que va reduciendo su tierra.
Este discurso empalma con el concepto de “apartheid climático” acuñado por Philip Alston, ex relator de Naciones Unidas sobre extrema pobreza y derechos humanos. Apartheid es un contexto social donde unos pocos tienen plenos derechos y la mayoría está condenada a la pobreza. Llevado al campo ambiental, significa que los ricos pagan para no sufrir los agudos efectos del calentamiento global y los pobres no tienen alternativa.
Nadie quiere decir adiós al crudo
Unos 200 países deben alcanzar decisiones de consenso en la reunión en Dubái. El primer borrador de acuerdo incluye la posibilidad de una reducción-eliminación gradual
del petróleo, el gas y el carbón, tema central de las discusiones y objetivo indispensable para reducir el calentamiento global.
El ministro de Energía de Arabia Saudita, príncipe Abdulaziz bin Salmán, rechaza este planteamiento. Absolutamente no
, declaró en entrevista con la agencia France Press; ni un solo gobierno cree en eso
.
Por su parte, el presidente de la COP28, el emiratí Sultán al-Jaber, afirmó que respeta las recomendaciones científicas sobre el tema y pidió reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 43 por ciento para 2030.