Sábado 2 de diciembre de 2023, p. 5
Madrid. Los humanos del Paleolítico seleccionaban las rocas para fabricar herramientas por sus cualidades para el fin pretendido y no sólo por lo fácil que era romperlas.
Un grupo de investigación dirigido por el Museo de la Universidad de Nagoya y la Escuela de Graduados en Estudios Ambientales de Japón aclaró las diferencias en las características físicas de las rocas utilizadas por los primeros humanos. Publican los resultados en el Journal of Paleolithic Archaeology.
Cuando el Homo sapiens se trasladó de África a Eurasia utilizó herramientas de piedra hechas de rocas, como obsidiana y pedernal, para cortar, rebanar y fabricar armas a distancia. Debido al importante papel que desempeñaron en su cultura, para los arqueólogos es importante comprender cómo los primeros humanos fabricaban herramientas de piedra.
Desde que comenzó la expansión geográfica del Homo sapiens en Eurasia en Oriente Medio, los arqueólogos Eiki Suga y Seiji Kadowaki de la Universidad de Nagoya se centraron en los yacimientos prehistóricos pertenecientes a tres periodos cronológicos en la zona de Jebel Qalkha, en el sur de Jordania. El equipo analizó nódulos de sílex en los afloramientos que fueron explotados durante el Paleolítico Medio y Superior (hace 70 a 30 mil años).
Creen que los humanos del Paleolítico entendieron qué rocas eran apropiadas para fabricar herramientas y, por tanto, las buscaron intencionalmente. Según su hipótesis, examinaron pedernal que fuera translúcido y liso, ya que podía romperse fácilmente de la pared de la roca y darle forma con bordes afilados.
El grupo utilizó un martillo Schmidt y un dispositivo de dureza Rockwell para probar las propiedades mecánicas de las rocas. El martillo mide el comportamiento elástico de un material después de que éste lo golpea, lo que indica a los investigadores su dureza de rebote. El dispositivo Rockwell presiona un penetrador de diamante sobre la superficie de la roca para probar su resistencia.
Al principio, como esperaban Suga y Kadowaki, se descubrió que el pedernal de grano fino requería menos fuerza para fracturarse que el de grano medio. Esto habría hecho que el fino fuera más atractivo para la producción de pequeñas herramientas de piedra. De hecho, muchas del Paleolítico superior temprano (hace 40 a 30 mil años) contienen pedernal de grano fino.
Sin embargo, un estudio anterior realizado por el mismo equipo encontró que durante el Paleolítico medio tardío y el superior inicial (hace 70 a 40 mil años), el pedernal de grano medio se usaba más comúnmente en herramientas de piedra que el fino. Pero si éste último era tan fácil de usar, ¿por qué nuestros antepasados no fabricaron todas sus herramientas con él?
Tras investigar más a fondo, los investigadores descubrieron que gran parte del pedernal de grano fino de la zona padecía abundantes fracturas internas causadas por actividades geológicas, lo que lo habría hecho inadecuado para grandes herramientas de piedra, como productos Levallois y hojas robustas.
Por tanto, parece que los humanos del Paleolítico seleccionaron el pedernal de grano medio para herramientas grandes, a pesar de que era un material difícil de modificar para convertirlo, ya que era más probable que durara más. Esto ofrece una visión fascinante del comportamiento de nuestros antepasados, ya que seleccionaron el pedernal basándose en muchos factores además de lo fácil que era fracturarlo y pudieron discernir la roca más adecuada para fabricar herramientas de piedra, según los autores.