La única planta potabilizadora que surte agua libre de metales tóxicos a las comunidades del Río Sonora, don-de Grupo México ocasionó el peor de-sastre ambiental hace nueve años, suspendió actividades por diversas irregularidades, denunciaron los Comités de Cuenca Río Sonora.

Exigieron a las autoridades correspondientes, principalmente a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que tomen en serio la situación que vivimos y garanticen agua limpia y potable a los habitantes.

La planta en San Rafael de Ures dejó de operar el lunes pasado y era la única en funcionamiento de las 36 que fueron prometidas tras el derrame de 40 millones de litros de residuos peligrosos de Grupo México en los ríos Sonora y Bacanuchi.

Los comités, que agrupan a habitantes de las localidades Aconchi, Arizpe, Ures, Bacanuchi, entre otras, señalaron que una de las razones por las que dejó de operar es que sigue sin ser conectada a los paneles solares, por lo que se siguen pagando recibos de luz costosos, mientras la autoridades justifican una y otra vez que los paneles no están conectados debido a los procesos burocráticos.

Demandaron que se liquiden los adeudos de la Comisión Estatal del Agua (CEA) con los operadores de la planta potabilizadora y se adquiera un compromiso de cubrir regularmente su pago, dando a conocer al Comité las fechas de depósito.

Asimismo, solicitaron a las autoridades dotar de equipo necesario para la limpieza al Comité de la Planta Potabilizadora de San Rafael, ya que actualmente nos estamos arriesgando al realizar la limpieza de los contenedores sin las medidas de seguridad adecuadas.

El movimiento de las comunidades de la región de Sonora reclamó a las autoridades ambientales, entre ellas la CEA y el Instituto Mexicano para la Tecnología del Agua, que hagan efectivo el compromiso de monitorear el agua de manera constante y se les entreguen los resultados lo antes posible.

Hace más de un mes que vinieron a hacer pruebas y seguimos sin conocer la calidad del agua. Necesitamos contar con garantías de que es apta para su consumo.

Los CCRS exigieron también que la planta cuente con las medidas de salubridad adecuadas para que cumpla con las inspecciones de la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Sonora, debido a que esta instancia en dos ocasiones les han advertido que la potabilizadora puede clausurarse si se incumplen algunos requisitos de infraestructura.