Desde 2011, la Escuela de Iniciación Musical Santa Cecilia, ubicada en la colonia Vicente Guerrero, de Zaachila, Oaxaca, se ha convertido en un refugio de niños y jóvenes para evitar las calles, dice a La Jornada Modesta Hernández, presidenta de la Asociación Civil Armonía, Juventud y Comunidad, de la que depende la institución educativa.

La escuela atiende a 100 niños de entre siete y 15 años; en la banda de música participan los 50 alumnos más destacados. Son pequeños que tienen la tradición musical porque sus padres nacieron en localidades indígenas, pero migraron a la periferia de Oaxaca, explicó Hernández.

Al recordar cómo surgió este proyecto, Hernández recordó que en 2011 en la comunidad no había espacios para la niñez ni para los adolescentes, sólo había situación de calle, violencia y drogadicción en su entorno.

Las primeras actividades se realizaron en una casa prestada con algunas sillas y un pizarrón. Ahí, los niños comenzaron sus clases de solfeo. Al principio se organizaron talleres de danza, pintura y artes plásticas; sin embargo, no hubo aceptación de los niños y adolescentes, pero como en esta comunidad hay personas de distintas regiones de Oaxaca, donde música es parte de su vida, eso fue lo que pegó, agregó Hernández.

Los instrumentos son patrimonio de la Escuela de Música. Los primeros fueron adquiridor por los padres de familia.

Hacia finales de 2011, la piloto de avión francesa Isabelle de Boves conoció la escuela y constató el interés de los niños por aprender, así que en Francia creó la asociación civil La Banda de Música, que empezó a recolectar instrumentos de segunda mano.

Este proyecto, que se inició para mejorar las condiciones de desarrollo artístico y humano de los niños y jóvenes de la zona que crecen expuestos a la violencia y las adicciones, ahora cuenta con una banda de música infantil y juvenil que se ha convertido en el orgullo de la comunidad; incluso, ha sido invitada a encuentros como el Festival Pequeñas Manos Sinfónicas, que se desarrolló en Normandía, Francia, en agosto pasado.

Isabelle de Boves, quien es la presidenta de la asociación que apoya a la escuela, comentó que el festival de Normandía es como un campo de verano donde participan niños con alto nivel en sus estudios musicales. “Durante el encuentro, los pequeños músicos llegan con un repertorio trabajado y dan 52 conciertos en 12 días. Hay ensayos y conciertos todo el día.

Se mezcla a los niños mexicanos con los franceses con la idea de que los primeros descubran otras maneras de tocar y los segundos conozcan la música de Oaxaca y de México.

De Boves adelantó que en 2024 el coro de Air France ofrecerá tres conciertos en México, en los que también participarán los niños de la escuela. El primero se realizará en las instalaciones de Santa Cecilia, otro será en el centro de Oaxaca y el tercero, en la Ciudad de México. Esta actividad está planeada para abril.

Modesta Hernández también indicó que la Escuela de Iniciación Musical Santa Cecilia cuenta con dos talleres profesionales de reparación de instrumentos y ofrece becas a estudiantes interesados en continuar sus estudios en el conservatorio.

Para seguir sus actividades y cubrir los costos de mantenimiento de la escuela, la Asociación Civil Armonía Juventud y Comunidad está gestionando el estatus de donataria, el cual le permitirá recibir donativos deducibles de impuestos.