Buenos Aires. Los mercados reaccionaron con optimismo a la elección como presidente de Argentina del ultraliberal Javier Milei, al ritmo de la escalada experimentada el lunes en el exterior, pero con amplia brecha cambiaria. La bolsa de Buenos Aires cerró con alza de 17.7 por ciento ayer, primer día hábil después de la segunda vuelta presidencial en la que Milei ganó con 55.7 por ciento de los votos al ministro de Economía peronista, Sergio Massa.

Las acciones de la petrolera estatal YPF lideraron el alza, con subida de 36.5 por ciento. Se trata de una de las empresas que el presidente electo anunció que privatizaría en el contexto de una amplia reforma del Estado. Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado va a estar en su manos, aseguró Milei tras su victoria, quien prometió también reducir el gasto público en 15 por ciento. Los otros papeles que empujaron la subida son los de la telefónica privada Telecom Argentina (33.8 por ciento).

El lunes fue día feriado en Argentina y no operaron los mercados de valores. Pero las acciones argentinas que cotizan en Wall Street ya habían marcado una disparada, con YPF a la cabeza, con una ganancia de 40 por ciento.

Devaluación imparable

El tipo de cambio informal, conocido como dólar blue, tuvo un salto de más de 13 por ciento en la jornada, a 1.075 pesos por dólar. El tipo de cambio oficial cerró en 371.50 pesos por billete verde, siguiendo su camino alcista, resultado de microdevaluaciones diarias. Ya en octubre el dólar blue había superado la barrera sicológica de mil pesos por billete verde, aunque luego retrocedió y se ubicó en 950. Argentina aplica un sistema de control de cambios desde 2019, con múltiples tipos de cambio en paralelo, situación que Milei se propone eliminar.

La inflación anual llegó en octubre a 143 por ciento y analistas prevén que al cierre del año llegue a 180 por ciento anual; la pobreza alcanza 40 por ciento de la población; un fuerte déficit fiscal y reducidas reservas en el banco central son los principales temas a los que se enfrenta la nueva administración que tomará el poder en diciembre. El mandatario electo dijo en campaña que dolarizaría la economía y eliminaría al banco central.

Argentina extendió al 10 de diciembre un tipo de cambio preferencial para el complejo exportador a fin de liquidar parte de las divisas obtenidas por sus ventas, y aumentar las reservas del país.