n este artículo me centraré en uno de los grupos maoístas mexicanos más representativos de la segunda mitad del siglo XX, el Partido Proletario Unido de América (PPUA), dirigido por Florencio El Güero Medrano y conformado en su mayoría por campesinos de los estados de Morelos y Oaxaca, cuya actividad política fue entre 1974 y 1979. Las preguntas que guiarán el presente texto son las siguientes: ¿Por qué un grupo de campesinos decidió erigir una organización político-militar de orientación maoísta? ¿Cuáles fueron sus actividades prácticas y teóricas más significativas? ¿Cómo reaccionó el gobierno mexicano ante esas acciones?
El 29 de septiembre de 1973, el periódico El Nacional publicó un artículo dedicado a la ocupación militar de la colonia proletaria Rubén Jaramillo, ubicada en Temixco, Morelos (jornada.com.mx/noticia/2023/09/19/opinion/la-ocupacion-militar-de-la-colonia-ruben-jaramillo-3471). Mencionó las decenas de personas que fueron detenidas y el supuesto arsenal de armas
que fue localizado en los hogares del poblado. Finalmente destacó que el principal dirigente de los habitantes de la Rubén Jaramillo, Florencio Medrano Mederos, escapó
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Medrano y algunos de sus simpatizantes, orillados por la represión y persecución, no tuvieron otra opción que la clandestinidad. Durante algunos meses se refugiaron en el poblado de Limón Grande, Guerrero. Estando en comunidades rurales, Medrano expuso a los campesinos la experiencia de la revolución China y los fundamentos del maoísmo. Así, sus seguidores adoptaron las tesis maoístas como base ideológica y se propusieron hacer la revolución socialista en México. Para lograrlo, fundaron el Partido Proletario Unido de América, que tuvo como modelo la guerra popular prolongada (GPP).
Aunque la labor de organización del PPUA data de finales de 1973, su constitución formal se llevó a cabo en 1974. En ese momento, se redactó el Programa General del Partido Proletario Unido de América, que refrendó la lucha armada para llegar al socialismo, propuso una intensa reforma agraria y una reforma a la Constitución en materia social y laboral. En el marco del movimiento maoísta, el programa del PPUA planteó formar un gran frente político que agruparía a la mayoría de la población y que sería guiado por el partido proletario. También reconocía la lucha y fuerza revolucionaria del campesinado para el desarrollo de la guerra popular.
Los militantes del PPUA desarrollaron su trabajo de masas en zonas rurales de Morelos, Guerrero, Michoacán, Veracruz y Oaxaca. Esta actividad política estaba encaminada a la creación de sus bases de apoyo, las cuales debían sostener una prolongada guerra revolucionaria utilizando el campo para rodear las ciudades, y avanzar gradualmente hacia la toma de las urbes y la conquista de la victoria a escala nacional. En estas regiones, los maoístas del PPUA fueron respaldados por dirigentes ejidales, quienes leyeron y aprobaron el Programa General del Partido Proletario Unido de América.
El trabajo político del PPUA en la Ciudad de México consistió en circular el periódico El Comunero y en trasladar armamento. La prensa revolucionaria era repartida entre los estudiantes de la Preparatoria Popular de Liverpool y de las facultades de Ingeniería y de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México. A través de migrantes en Estados Unidos una célula del PPUA trasladaba parque y armas de El Paso, Texas, al norte de México, con el objetivo de llegar a la capital mexicana. Allí se reunían con un grupo de militantes, cuya comisión era llevar el armamento a Veracruz. Los pertrechos estaban destinados a la defensa de los campesinos que eran hostigados por defender sus tierras.
Paralelamente, el PPUA entabló relaciones de colaboración e intercambio de militantes con Política Popular, el seccional Ho Chi Minh, el Frente Popular Independiente que fue impulsado por la Organización Revolucionaria Compañero, la Organización Comunista Cajeme, el Frente Activista Revolucionario, la fracción no militarista de Unión del Pueblo y el Partido de los Pobres.
Pronto el PPUA realizó secuestros de personajes importantes y asaltos en instalaciones comerciales para sufragar la lucha revolucionaria. Así, los militantes del grupo raptaron a Sara Martínez en 1974, a Abelardo Escamilla y Elfego Coronel Ocampo; se enfrentaron a policías municipales de Cuernavaca en 1975; retuvieron a Guillermo Ballester Dávila en 1976, a Carlos Ortiz en 1977 y a Carlos Pita Andrade, además de las escaramuzas contra pistoleros de los terratenientes de Oaxaca en 1978.
Ante estas acciones, el gobierno mexicano se propuso combatir a la guerrilla maoísta, por lo que violó toda ley a través de espionajes, torturas, detenciones en cárceles clandestinas y desapariciones. Con el asesinato del principal dirigente del PPUA, Florencio Medrano, se desarticuló la organización en 1979. Esto generó que algunos militantes huyeran del país por medio de migrantes en Estados Unidos, otros fueron encarcelados y hubo quienes se deslindaron del grupo y, después, se adhirieron a luchas más abiertas.
* Historiador por la UMSNH y autor de El poder viene del fusil