l asunto está en pleno estire y afloje de los tres sectores que participan, pero en cuestión de días se conocerá la decisión a la que llegaron gobierno, obreros y patrones sobre el porcentaje de aumento a los salarios mínimos para 2024. De cualquier suerte, el presidente López Obrador adelanta que dicho incremento será considerable.

Mientras los integrantes de Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) toman la decisión y la hacen pública, hay que recordar que el aumento acumulado del miningreso en lo que va de la presente administración es de 134.77 por ciento en términos nominales, con una inflación, también acumulada, de 26.78 por ciento (de acuerdo con el Inegi), al pasar de 88.36 pesos al cierre del sexenio peñanietista a 207.44 pesos en este 2023.

Si los vientos soplan por el rumbo correcto, para el próximo año el monto del salario mínimo se ubicaría entre 238.55 y 248.93 pesos diarios, lo que, de concretarse, implicaría un incremento de 15 a 20 por ciento respecto al monto aprobado para 2023. Así, quienes reciben ese ingreso, mensualmente obtendrían entre 7 mil 156.7 y 7 mil 467.9 pesos.

Otro capítulo de esta recuperación salarial es la creación, a partir de 2019, del salario mínimo para la zona libre de la frontera norte de la República. Ese año se fijó en 176.72 pesos por día y para 2023 el monto se había incrementado a 312.41 pesos. Es de esperar que para 2024 este monto ronde 360 pesos.

En vía de mientras, la Conasami elaboró un estudio ( El impacto del salario mínimo en la pobreza, noviembre de 2023), en el que subraya los siguientes elementos:

La elasticidad del salario mínimo sobre la pobreza es de -0.36; esto implica que entre 2019 y 2022 el número de personas en pobreza se redujo 23.7 por ciento debido al salario mínimo. En otras palabras, de las 5.1 millones de personas que salieron de la pobreza entre 2018 y 2022, 4.1 millones se pueden atribuir exclusivamente a los incrementos del salario mínimo.

Resultados adicionales indican que los incrementos del salario mínimo no impactaron significativamente el nivel de empleo, pero sí tuvieron impacto en el ingreso laboral. Respecto a los programas sociales, un incremento de 10 por ciento en el monto de la pensión para personas adultas mayores reduce la pobreza en 13 por ciento y 10 por ciento de incremento en el ingreso por becas a educación básica contribuye a una reducción de 3.5 por ciento en la pobreza por ingresos.

En agosto de 2023, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), dio a conocer que en México se redujo la pobreza entre 2018 y 2022 en 5.1 millones de personas. Esto representa una reducción histórica de la pobreza en poco tiempo. Este efecto es doblemente notable al considerar el demoledor efecto que la pandemia de coronavirus tuvo en la actividad productiva. Ante esta reducción, es importante preguntarse cuál fue el impacto que tuvieron los considerables incrementos al salario mínimo en México. Varios estudios recientes han mostrado que los incrementos salariales durante la presente administración no han tenido impacto en el empleo.

Durante la década de los 80 y 90, el salario mínimo perdió más de 75 por ciento del poder adquisitivo al otorgar incrementos por debajo de la inflación. Frenarlo pretendía minimizar las espirales de incremento de precios y detonar el crecimiento de la producción a través de inversiones alentadas por bajos costos laborales. Bajo esta lógica, el salario mínimo se mantuvo cerca de este valor mínimo los siguientes 15 años.

A partir de 2019 se dio un verdadero cambio en la política salarial. En primer lugar, se buscó elevar el valor del salario mínimo al menos por encima de la línea de pobreza por ingresos. En segundo, se creó la Zona Libre de la Frontera Norte, donde el salario mínimo se duplicó.

En los últimos cinco años, la política social del gobierno mexicano se volvió universal y el monto de transferencia económica se incrementó considerablemente. Por otro lado, la política laboral ha sido revolucionada con cambios muy significativos como el aumento a casi el doble del salario mínimo en términos reales, la prohibición de la subcontratación ( outsourcing), democratización de los sindicatos, entre muchos otros cambios.

Las rebanadas del pastel

Los integrantes de la burocracia dorada del Poder Judicial de la Federación rabiosamente se niegan a soltar su enorme bolsa de privilegios, ya cancelada por el Legislativo. Vergüenza debería darles, pero de ella carecen.

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