Sólo tres de cada 10 pacientes diabéticos tiene un adecuado control de la enfermedad, por lo que es urgente universalizar la prueba diagnóstica de hemoglobina glicosilada, alertó Sergio Mendoza Álvarez, académico de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Señaló que tan sólo en América del Norte, donde se ubican México y el Caribe, 51 millones de personas la padecen, mientras en el mundo 537 millones viven con diabetes y se proyecta que para 2045 la cifra alcanzará 783 millones.

En el marco del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora cada14 de noviembre, el académico señaló que apenas 36 por ciento de los diabéticos tiene un control de metas en su hemoglobina glicosilada, por lo que mantiene una vigilancia correcta con la medición de glucosa de los últimos tres meses.

El médico internista Mendoza Álvarez recordó que en México, 12.6 por ciento de la población mayor de 20 años es diabética diagnosticada, pero hay 5.8 por ciento que no ha sido detectado clínicamente, de modo que 18.4 por ciento de mexicanos mayores de 20 años la presentan, según las más recientes cifras de la Encuesta Nacional de Salud 2022 (Ensanut).

Esas cifras no sólo deberían preocuparnos, también la prediabetes que, de acuerdo con datos de la Ensanut, corresponde a 22 por ciento de individuos en esa condición y que están a punto de ser diabéticos, además del bajo porcentaje de pacientes con un adecuado control de glucosa.

Expuso que los pacientes diabéticos corren el riesgo de morir por causas relacionadas con su enfermedad, por las complicaciones crónicas como la retinopatía, nefropatía y neuropatía, así como males relacionados con su corazón como cardiopatía isquémica o enfermedad cerebrovascular.

El gran problema, consideró el académico y médico internista, es que la mercadotecnia y el impacto comercial en redes sociales, televisión y los medios audiovisuales en general, llevan al consumo de alimentos con bajo nivel nutricional y altos índices glucémicos, como las papas fritas, refrescos, pan, pastas y harinas, entre otros, que generan sobrepeso y obesidad, así como elevados niveles de colesterol y triglicéridos.