Acapulco, Gro., “Mire, mijo, le conseguí estas zanahorias: ya tienen limón y sal para acompañar su cerveza”, ofreció Beatriz Escalante a sus primeros clientes en Playa Suave, donde los vendedores ya levantaron una pequeña palapa y colocaron mesas. Al pasar por la acera de la costera Miguel Alemán, bajo unas lonas ya sale humo de un brasero.

Al acercarse al lugar, se percibe un rico aroma a pescado frito; se instaló un escenario de hamacas, y la vista al mar invita a degustar y descansar. No obstante, a escasa distancia grandes cantidades de lodo y basura causados por el huracán Otis no han sido retirados.

Muchos de los que hasta antes del 25 de octubre eran estampa común en este centro turístico, ayer coincidieron en Playa Suave: un hombre con su guitarra, niños jugando, trabajadores capitalinos que colaboran en la recuperación tomándose la foto del recuerdo y dos viajeros recostados en una hamaca, mientras un funcionario municipal pide una cerveza.

Son dos los restaurantes aquí que ya abrieron y ofrecen caldo de camarón, mojarra frita y alguna botanita de zanahoria o coco con chile, sal y limón, bajo la sombra de una palmera enana que se salvó de la furia de Otis.

En el negocio, Beatriz Escalante dice: Se busca sobrevivir, salir adelante y recuperar un poco de la tranquilidad que nos quitó el huracán. Algunos viejos clientes de aquí, ¡de aquí y también de la Ciudad de México!, han venido a traernos un poco de ayuda, despensa y, sobre todo, nos consumen lo poco que tenemos ahora.

Los pequeños comerciantes que han abierto este espacio en Playa Suave colaboran con sus compañeros para limpiar sus áreas y reconstruir las palapas. Todos forman parte del Frente de Rescate del Acapulco Tradicional (FRAT), organización que reúne a comerciantes de espacios como Caleta, El Morro, Tamarindo, Papagayo, Dominguillo, Plaza España y Playa Hornitos.

La dirigente del FRAT, Dulce María Gómez Velasco, afirmó que las autoridades están cumpliendo con sus responsabilidades, pero necesitamos de mayor apoyo para retirar todos los desechos que aún se encuentran en la costera Miguel Alemán, pues de ello dependerá que se tenga una mejor vista, sanear todos los espacios y que los turistas se acerquen a degustar los alimentos y disfrutar de estos espacios que son como un oasis en medio de este desastre que nos dejó el huracán.

En ese contexto, explicó que muchos de quienes laboran en estos centros de consumo y servicios son meseros con más de 60 años de edad que no son aceptados en otros comercios y por ello formaron una cooperativa que impulsa sus actividades en conjunto con los comerciantes en pequeño.

Beatriz aseguró que el próximo domingo estará en condiciones de ofrecer mariscos y varios tipos de pescado en sus diferentes presentaciones, porque cree que ya comenzarán a venir los turistas, porque la época alta ya está a la vuelta de la esquina y necesitamos reactivarnos, que nos apoyen y que al menos esté limpia la zona de acceso.