Madrid. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Junts per Catalunya (JxCat) anunciarán hoy en Bruselas de manera oficial el acuerdo político que alcanzaron para apoyar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno, adelantaron ayer fuentes del movimiento nacionalista catalán a los portales Eldiario.es y Elnacional.cat, con lo que el socialista lograría su primera relección por cuatro años.

Santos Cerdán, número tres del PSOE y mano derecha de Sánchez, se trasladó hace más de 10 días a la capital belga para dirigir las negociaciones más complejas con JxCat y su líder, el ex presidente catalán y europarlamentario, Carles Puigdemont, quien reside en Waterloo desde octubre de 2017 y no ha vuelto a su país debido a la orden de detención girada por el Tribunal Supremo de España.

Por ello la mesa de diálogo se instaló en Bruselas, donde se plantea el contenido de la futura ley general de amnistía para los líderes y simpatizantes independentistas con alguna causa abierta ante la justicia española por su participación en la fallida declaración unilateral de independencia de hace seis años.

Con 121 escaños ganados en los comicios del pasado 23 de julio, el PSOE ya tiene garantizados los 31 de Sumar, siete de Esquerra Republicana de Catalunya, seis de EH-Bildu y uno del Bloque Nacionalista Gallego, con lo que alcanzaría sólo 166. Si se confirma el acuerdo con JxCat, que tiene siete diputados, conseguiría los 173.

Sólo quedaría pendiente acordar el apoyo de los cinco diputados del Partido Nacionalista Vasco, con lo que superaría la mayoría absoluta y llegaría a 178.

Según los dos diarios digitales, que citan como fuentes a representantes de los partidos en las negociaciones, la ley de amnistía será presentada la próxima semana.

En tanto, las protestas convocadas por la extrema derecha continuaron en Madrid por sexto día. En esta jornada unas 2 mil personas gritaron frente a la sede central del PSOE: ¡Pedro Sánchez, hijo de puta!, ¡Con los moros no se atreven! y ¡Puigdemont a prisión!

La protesta terminó sin altercados, a diferencia de los dos días anteriores, cuando se detectaron varios grupos organizados de fascistas y neonazis.

Momentos después, alrededor de las 5 de la tarde, se advirtió sobre la colocación de una bomba en la línea 1 del Metro de Madrid, por lo que ésta tuvo que ser cerrada durante varias horas y se evacuaron algunas estaciones, aunque fue una falsa alarma de una persona con supuestos problemas sicológicos.