La ópera Florencia en el Amazonas, con música de Daniel Catán y libreto de Marcela Fuentes-Berain, inspirada en el realismo mágico del escritor colombiano Gabriel García Márquez, debutará el 16 de noviembre, en español, en el escenario neoyorquino del Metropolitan Opera (Met). Es la primera vez en casi un siglo que se presenta una ópera en el idioma de Cervantes en este recinto y la primera ocasión que figura una ópera mexicana.

En la nueva producción de Mary Zimmerman, el papel principal de Florencia será interpretado por la soprano Ailyn Pérez, nacida en Chicago y de padres mexicanos. La ópera tendrá ocho fechas hasta el 14 de diciembre. La del día 9 formará parte de la temporada 2023-2024 de En vivo desde el Met de Nueva York, ciclo de transmisiones vía satélite que se presenta en el Auditorio Nacional.

Florencia en el Amazonas fue montada, con otra producción, apenas hace unas semanas en el Teatro de Bellas Artes dentro de la temporada de ópera.

La ópera fue encargada a Daniel Catán (1945-2011) gracias a una colaboración conjunta de la Gran Ópera de Houston, la Ópera de Los Ángeles y la Ópera de Seattle. Fue estrenada en el Teatro Wortham de Houston el 25 de octubre de 1996. El estreno en México se llevó a cabo en forma de concierto el 27 de mayo de 1999 en el Teatro de Bellas Artes.

La libretista Marcela Fuentes-Berain estudió con García Márquez (1927-2014) en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en Cuba. Respecto al encargo de la ópera, recuerda que el novelista le dijo: A mí me hacen unos homenajes muy feos, a lo que le contestó: Éste estará bonito porque aprecio mucho la música del maestro Catán. García Márquez puso como condición que ella escribiera el libreto.

La escribí porque soy experta en la obra de García Márquez, ya que fue mi maestro, mentor y amigo hasta el día que murió. Conocí mucho Colombia porque él me mandaba a los talleres de escritura. Sobre la idea de la ópera explica: “No podíamos adaptar la novela El amor en los tiempos de cólera por la cuestión de los derechos. Entonces, me puse a pensar qué era lo que más me impresionaba del trabajo de García Márquez. Es el concepto del amor y de la muerte. Este último tiene mucho que ver con Juan Rulfo”.

A Fuentes-Berain le atrajo sobre todo las parejas amorosas, dado que al Premio Nobel de Literatura le interesaban más el concepto del amor que el de pareja. Para mí fue un adelantado a su tiempo. La cuestión de la naturaleza en su obra no es un telón de fondo: es un personaje vivo. La naturaleza es parte de nosotros, aunque no lo hemos percibido así. Mira lo relevante que es ahora con el cambio climático.

De acuerdo con la escritora, las tres personajes (Florencia, Rosalba y Paula) que viajan juntas en el barco son feministas. Florencia es la diva que va a cruzar la frontera de Colombia hacia Manaus para ofrecer una función de ópera en su tierra natal. Rosalba, que es escritora, es “un alter ego mío porque dizque está escribiendo la biografía de Florencia, que viaja de incógnito. Casi nadie la ha visto fuera del escenario porque, además, es una persona muy tímida.

Mucho de eso tiene que ver con mis observaciones de cómo la fama no le gustaba a García Márquez, más que en ocasiones para ayudar.

Rosalba, por su parte, “le teme al amor porque tiene miedo de que la separe de su oficio de escritora. Ha visto a los amantes con lenguas de navaja desgarrarse el alma filón a filón. Es Florencia quien le dice: ‘no, espérate’. El amor también puede ser de liberación. Entonces, la ópera, aparte de ser un homenaje a la obra de García Márquez, lo es también a la libertad de las mujeres”.