Martes 7 de noviembre de 2023, p. 8
Concentrados en el alcance político del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2024, los diputados de los dos bloques volvieron a cruzar insultos y a tratar de crear la percepción de que tanto unos como otros podrían alcanzar el triunfo presidencial.
La sesión comenzó a mediodía con un homenaje al filósofo y catedrático Enrique Dussel y un minuto de silencio por las víctimas en Gaza. A la tribuna, diputados de Morena llevaron cartulinas donde se leía: Palestina merece paz y libertad
.
María Guadalupe Chavira cerró su intervención con los versos de León Gieco y, a capela, cantó: “Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente…”
Ya en la discusión del presupuesto, en el juego de vencidas electorales, desde la tribuna Lidia Pérez Bárcenas afirmó que el gasto consolida la transición de la llegada de la doctora Claudia Sheinbaum
, y desde la oposición, Gisel Díaz Acevedo (PRD) deslizó: Hoy son mayoría, pero ya se van
.
El perredista Javier Huacus llevó el duelo a una escena soez. En la descalificación, se olvidó del centro del debate y de una bolsa de papel sacó una canasta metálica para huevos.
Soltó hacia las filas morenistas: “Mi querida senadora Xóchitl (Gálvez) y un servidor les trajimos una canastita con huevos. Otis llegó en el momento indicado para demostrarles, ineptitos, los pocos güevos que tienen para hacerle frente a su dictador y reasignar recursos a Guerrero”.
Ante ese tono, Rubén Gregorio Muñoz, diputado por Baja California, reviró desde su curul: El legislador que intervino está acostumbrado a hablar así en las cantinas. Ese es el lenguaje con el que el PRD y su alianza se expresan
.
El priísta Augusto Gómez Villanueva también pidió respeto, a partir del código de ética, que obliga a los legisladores al decoro.
Sin embargo, las escenas no pararon ahí. Armando Reyes Ledezma (PT) llevó a la tribuna una vitrina con gelatinas de uva, piña y limón, en una sátira de uno de los oficios que desempeñó Xóchitl Gálvez en su infancia.
Mordaz, exclamó: Voy a hacer un comercial. Quiero informarles que, a partir de este momento, en Baja California emprendo mi negocio de gelatinas. He escuchado que es el negocio más próspero de los mexicanos. Háganle caso a su candidata, también emprendan este negocio
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Todavía mientras bajaba de la tribuna, con la vitrina en lo alto, gritó: ¡Llévenlas, llévenlas! ¡Y hay de colores, y sabores! ¡Verdes, amarillas, azules! ¡De chile, de dulce y de mantecaaaaa!