El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que en el diferendo con la gigante estadunidense Vulcan Materials Company no queremos pleito, queremos convencerlos de que les pagamos todo.

El mandatario se refirió en su conferencia matutina de ayer a la disputa con esa firma debido a los daños ambientales que la mina Calizas Industriales del Carmen (Calica) causó en las costas de Quintana Roo, por lo cual su gobierno suspendió las operaciones de esa compañía.

Insistió en su propuesta de comprarle las 2 mil 400 hectáreas que le fueron concesionadas en sexenios pasados, y cuyo precio fue calculado entre 6 mil y 7 mil millones de pesos en un avalúo comercial.

Todavía no llegamos a un acuerdo; yo no cierro la posibilidad. Se trata de un asunto que afecta mucho el territorio nacional, el medio ambiente, que va en contra de los esfuerzos que se están haciendo y deben seguirse haciendo para evitar el cambio climático.

Ante la suspensión por daños ambientales, la empresa interpuso un arbitraje internacional ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias, en Washington; adujo un supuesto incumplimiento de las autoridades mexicanas a una concesión y reclamó al Estado mexicano mil 529 millones de dólares como compensación.

López Obrador señaló que tras la clausura se ha propuesto a los directivos la compra de los terrenos para declarar una gran parte área natural protegida, instalar un centro turístico y ambiental, usar el puerto para recibir cruceros y que la concesión de ese proyecto se le entregue a la propia compañía.

Descartó las versiones de varios legisladores de Estados Unidos acerca de que su propósito es entregar esos puertos a China o que se trate de una expropiación. Están volando, vuelan mucho.

Agregó que el apoyo de representantes y senadores de Estados Unidos a esa empresa tiene que ver, en general, con que pudo haber patrocinado sus campañas.

“Como esta es una empresa muy grande, legisladores que seguramente han recibido aportaciones de esta empresa ya están hablando de que le vamos a dar el puerto a los del gobierno chino o de que es una expropiación. No.

¿Cómo va a ser una amenaza la declaración de un área natural protegida, si significa mantener la selva y tener un espacio para el disfrute de todos los mexicanos? Estamos recuperando playas; no hay playas públicas porque todas fueron acaparadas durante el periodo neoliberal.