Viernes 3 de noviembre de 2023, p. 18
Tijuana, BC., Para recordar a los 9 mil 898 migrantes muertos en los límites entre México y Estados Unidos de 1994 a junio de 2023 –sin contar los 2 mil 544 sepultados como desconocidos
en cementerios del país vecino–, asociaciones civiles colocaron un altar en el muro fronterizo.
El sacerdote Pat Murphy, de la Casa del Migrante de Tijuana, Baja California, señaló que es muy preocupante el impacto de las políticas migratorias basadas en la seguridad nacional y no en la humana; la violencia que se ha normalizado, el discurso de criminalización y el odio racial que incrementa las condiciones de vulnerabilidad de los extranjeros.
Murphy indicó que en el estado hay gran cantidad de actividades de atención a las personas en situación de movilidad que debería encabezar el gobierno, pero están en manos de las organizaciones civiles, y pidió a las autoridades de los distintos niveles que hagan su trabajo, porque ahora han empezado a llegar a esta frontera los damnificados del huracán Otis, en Acapulco, Guerrero.
La Coalición Pro Defensa del Migrante exigió al gobierno del estado garantizar la seguridad de los extranjeros y solicitantes de protección internacional que llegan en busca de mejores condiciones de vida.
Cruces, calaveras de azúcar, veladoras, papel picado y flores de cempasúchil que formaban la frase Por los y las migrantes
fueron colocados en la ofrenda sobre los barrotes del muro, en una ceremonia por los muertos, pero también de reclamo a la autoridad para que detenga a las bandas que secuestran a los extranjeros y no los dejan ir hasta que las familias pagan un rescate.
Diariamente hay en Tijuana-San Diego unas 900 personas caminando entre los muros (en esta zona son dos), exponiéndose a ser asaltados, extorsionados o secuestrados, por lo que urge mayor vigilancia, explicó la coordinadora de la Coalición Pro Defensa del Migrante, Esmeralda Siu Márquez.