Una sensación de agradecimiento y júbilo enmarca la sonrisa de Randy Arozarena. Es más, se asoma un tercer sentimiento: la humildad. La precisión en el juego del pelotero ha sido esencial para el crecimiento exponencial e inesperado que ha tenido México en años recientes en el beisbol. Tal ha sido esa evolución que ahora la novena tricolor disfruta del Premio Nacional de Deportes 2023.

Nunca jugué con tanta pasión, afirma Arozarena, jugador de los Rays de Tampa Bay, quien está de visita en México junto con el mánager Benjamín Gil tras haber ganado el máximo galardón del deporte.

La narrativa del beisbol mexicano tendrá un apartado especial para el 2023, año que concretó con gloria el resurgimiento de este deporte en el país. El tercer lugar que obtuvo la novena tricolor en el Clásico Mundial pareciera ser el punto de partida para una nueva era de la pelota caliente en México.

Desde entonces sólo ha sumado logros con el oro en los Juegos Centroamericanos, bronce en Panamericanos, el Premio Nacional de Deportes y ahora el segundo puesto del ranking mundial por delante de Estados Unidos.

De regreso al mapa

El Clásico fue el motor de mi carrera. Le doy las gracias al Presidente (Andrés Manuel López Obrador) por haberme escuchado. Siempre para lo que sea puede contar conmigo, dice Arozarena mientras posa con un sombrero de charro. México me puso otra vez en el mapa, siempre voy a querer representarlo.

Si el pelotero habla de agradecimiento es por las oportunidades que encontró al llegar en 2015 a México, luego de dejar a su natal Cuba. En los estadios de la Li-ga Mexicana fue donde el ahora naturalizado encontró espacios para destacar hasta alcanzar un lugar en las Grandes Ligas en Estados Unidos. En retribución, Arozarena abrazó a la novena tricolor para representarla.

El arribo del pelotero coincidió con un momento de impulso al beisbol nacional para resurgir como deporte potencia. El mánager Benjamín Gil fue otro de los elementos claves para consolidar los éxitos.

El beisbol mexicano está en su máxima plenitud, desde Fernando Valenzuela no había un crecimiento así, aseguró Benjamín Gil, quien reveló que incluso en Estados Unidos ahora han ganado un reconocimiento los tricolores.

“Desde que regresé al staff de los Angelinos, jugadores y colegas siempre me felicitaban, no sólo por mi trabajo, sino por cómo jugó el equipo, por el corazón y entrega que pusimos.

El orgullo de mi vida profesional ha sido manejar a este equipo de guerreros, apuntó Gil. Sin embargo, reconoció que preferiría dirigir en las Grandes Ligas que ganar una medalla en unos Juegos Olímpicos.

Desafortunadamente no ha habido un mánager nacido en México en la MLB, espero ser el primero y si no, que pronto haya uno, indicó Gil, quien está en la órbita de los Padres de San Diego.

Arozarena y Gil se sumaron a la Jornada de Beisbol por la Salud IMSS al presentarse en la inauguración de este programa en el Monumento a la Revolución, donde platicaron con niños de ligas pequeñas. Ambos son ahora referentes de una generación que ya ve al rey de los deportes como una aspiración de gloria.