Cientos de capitalinos y turistas visitaron ayer la ofrenda monumental del Día de Muertos instalada en la plancha del Zócalo, la cual rinde homenaje a Pancho Villa a 100 años de su fallecimiento; sin embargo, lo tuvieron que hacer de lejos.

La inauguración fue cancelada y fue necesario colocar vallas metálicas para evitar el paso de la gente, mientras continuaban los trabajos con la figura monumental del Centauro del Norte.

”Personaje central de la Revolución Mexicana que marcó el rumbo y futuro de nuestro país“, se lee en una mampara en lo que será la entrada, frente a la Catedral, que está rodeada por hombres y mujeres que representan a ese movimiento.

La escenografía se complementa con magueyes y cactus, y frente a ella se instaló un tren, que en su interior cuenta con una ofrenda, pues el Taller de Arte Xibalbá sitúa al revolucionario en la tecnología e infraestructura ferroviaria de inicios del siglo XX.

Con esta ofrenda se busca que las infancias y mujeres convergen con el ejército de la División del Norte y son llamados a volver al mundo terrenal para honrar su lucha revolucionaria, indica la información general de la muestra.

Además, se busca revivir la historia de una mujer afromexicana que se vestía de hombre para participar en la Revolución, hay personas que bailan y beben acompañadas por la Carabina 30-30, como lo hacían las comunidades que alimentaban al ejército y al pueblo.

Se trata, consideraron algunos entrevistados, de una gran iniciativa, lástima que no pudimos verla acabada, porque son pocas las figuras y la verdad se ve todavía muy pelona, le falta más vida.

La figura monumental del Centauro del Norte llamó la atención de grandes y pequeños, varios de los cuales aprovecharon su visita al Zócalo para presumir disfraces de vampiros, diablitos, merlinas o hasta dinosaurios.

Algunas pequeñas traían diademas con listones de colores y prendedores de arañas o vestidos y sombreros oscuros con figuras de calabazas, fantasmas o vampiros que adquirieron en alguno de los puestos instalados en la plancha.

Los precios de los atuendos iban de 500 a 750 pesos, según la calidad y atractivo del disfraz; en tanto que las máscaras iban de 100 a 150 y las diademas de 50 a 100 pesos, por lo que varios papás los adquirieron para la foto del recuerdo.

Ojalá hubiera estado lista la ofrenda como anunciaron, pues siempre está antes del 31 de octubre, no que ahora tenemos que esperar hasta la próxima semana para venir con la familia, expresaron algunos capitalinos desilusionados, mientras visitantes de provincia confiaron en que cuando vengamos nuevamente a la ciudad en estas fechas tengamos la suerte de disfrutar de su ofrenda monumental.