La transformación de la educación en México era urgente porque tiene que ver con el ciudadano que queremos formar y con la lucha contra la corrupción, aseguró Leticia Ramírez Amaya, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), quien reconoció que se ha avanzado, pero todavía falta mucho por hacer, por lo que tiene que haber continuidad para que las cosas no se queden a medias.

Destacó que la actual administración mantiene cuatro prioridades en la transformación educativa, como atención a la infraestructura escolar, por lo que aseguró que para el próximo año 134 mil escuelas habrán recibido recursos para atender este rubro. Sabemos que los fondos son insuficientes, pero han sido muy bien aprovechados por los comités de padres de familia, aseveró.

En la presentación de la revista Ciencias y Humanidades del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), que dedica su número más reciente a la reforma educativa, agregó que otro eje estratégico ha sido la entrega de 12 millones de becas, con prioridad en alumnos de bachillerato y educación superior.

Además, de la revalorización y dignificación del magisterio con la basificación de 900 mil educadores, se impulsó la aplicación de un nuevo modelo curricular y la renovación de contenidos de los libros de texto gratuitos, de los cuales, detalló, se han entregado en las aulas de todo el país 149 millones de ejemplares, con excepción de Coahuila, donde aún hay un amparo de un grupo diocesano que lo impide.

Desigualdad corrosiva

Raquel Sosa, coordinadora nacional de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García (UBBJ), aseguró que la desigualdad educativa es corrosiva porque niega cualquier oportunidad para continuar su formación a quienes menos tienen.

Enfatizó que las UBBJ cuentan con capacidad instalada para recibir a 200 mil alumnos que residen en comunidades aisladas y de alta marginación, donde nunca antes habían tenido una opción educativa para sus hijos. Actualmente tienen una matrícula de más de 62 mil alumnos.

Gabriel Cámara, director general del Consejo Nacional de Fomento Educativo, llamó a evaluar no sólo lo logrado en el avance de la transformación educativa, sino lo que hace falta, pues consideró que la autonomía que se reconoce a los docentes para realizar su labor no es más que la libertad para dar y recibir, tener un diálogo más libre y eficaz.