Detroit. Hicimos historia, declaró Shawn Fain, presidente del sindicato nacional automotor UAW en un mensaje a los miembros al anunciar un acuerdo provisional sobre un nuevo contrato colectivo con Ford. Le dijimos a Ford que hiciera su parte y lo hicieron.

Los trabajadores del United Auto Workers bajaron sus carteles y suspendieron sus piquetes en instalaciones de la Ford al anunciarse el acuerdo provisional, mientras trabajadores que se mantienen en huelga marchan frente a plantas de General Motors y Stellantis aquí y alrededor del país en una acción sindical sin precedente y de manera simultánea contra las tres empresas automotrices principales de Estados Unidos.

El acuerdo laboral provisional con Ford prevé un aumento salarial de más de 30 por ciento durante la vigencia del contrato, incluido un incremento inicial inmediato de 11 por ciento. Algunos nuevos miembros del sindicato verán ajustes inmediatos hasta de 85 por ciento. El contrato incluye el ajuste automático de costo de vida y la eliminación a las estructuras salariales de dos niveles que permiten a trabajadores contratados antes de 2007 ganar más. Aunque el contrato aún debe ser ratificado por los miembros del sindicato durante las próximas semanas, los trabajadores volverán a sus labores en los siguientes días.

La gran pregunta para los empleados que siguen bloqueando las puertas de las plantas de Stellantis y General Motors es si sus empresas aceptarán contratos similares. Estamos rezando para conseguir un contrato este fin de semana, agregó Moe Lantham, empleado de Stellantis desde hace 30 años. En una entrevista frente a las puertas de la fábrica Sterling Heights Stellantis, señaló que en el pasado, cuando una empresa automotriz aceptaba un nuevo contrato, las otras dos generalmente hacían lo mismo muy rápidamente. Fuentes familiarizadas con las negociaciones dijeron a La Jornada que hay conversaciones activas con GM y Stellantis, pero no pronosticaron cuándo se alcanzarían los acuerdos.

Los sindicalistas creen que el contrato con Ford marcará un patrón para ese sector industrial. Es difícil, pero vale la pena. Seremos más fuertes gracias a la huelga, explicó Otika Clark, quien ensambla partes de las carrocerías de los autos. Afirmó que en su área hay trabajadores temporales que ganan menos y llevan hasta 7 años allí. Somos la planta más rentable para Stellantis. Somos los que generamos el mayor beneficio y, sin embargo, eso no es correspondido.

Para Aaron O Smith, que ha pasado por varias huelgas infructuosas en otras industrias, lo más importante es la decisión del UAW de no hacer huelga en todas las plantas a la vez, sino organizar a los trabajadores para cerrar plantas específicas sin previo aviso. Cada semana, el sindicato amenaza con huelgas más grandes en plantas más rentables, de una manera que ha perjudicado las ganancias corporativas. El Wall Street Journal informó que la huelga de seis semanas en Ford costó a la empresa alrededor de mil millones de dólares, incluida la pérdida de producción de 77 mil vehículos.

El analista de la industria automotriz Daniel Ives comentó este jueves a Reuters: Ahora que Ford llegó a un acuerdo, esperaríamos que GM y Stellantis fueran las próximas fichas de dominó en caer durante la próxima semana.

En entrevistas con trabajadores de varias plantas ayer se entendió que la industria automotriz está cambiando y que el siguiente paso fundamental es cómo proceder a organizar las nuevas plantas que fabrican vehículos eléctricos y las baterías que los alimentan.

Recibimos cientos de llamadas por semana de trabajadores que quieren sindicalizarse, dijo una fuente del UAW que pidió no ser identificada. Sin embargo admitió que esto será difícil. En un momento durante las negociaciones, el sindicato insinuó que una de las tres empresas aceptó reconocer al sindicato en una nueva planta de baterías para vehículos eléctricos que se está construyendo en Michigan, estado que emplea el mayor número de trabajadores en el sector automotor de Estados Unidos, pero un número creciente de empresas, incluidas Tesla, BMW, Toyota y Mercedes-Benz, han construido plantas cuyos trabajadores no están sindicalizados en el sur del país.

Todos ganan

No obstante, el profesor laboral Harley Shaiken es optimista en cuanto a que el acuerdo con Ford podría ayudar no sólo a los trabajadores del sector automotor, sino a todos los trabajadores de este país. Es un logro importante para el sindicato, dijo a Reuters. Creo que es una victoria que en última instancia afectará y mejorará las vidas de todos los trabajadores estadunidenses. Históricamente, se trata de un conjunto de negociaciones en las que los avances logrados en Detroit serían vistos y adaptados por muchas otras industrias. Aumenta el poder adquisitivo, es un paso importante para que los salarios igualen las pérdidas de la inflación y eso aporta poder adquisitivo a la economía, lo que impulsa el crecimiento económico.