Luego de 10 alzas seguidas –desde julio de 2022– y como era esperado por los mercados, ayer el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo sin cambios sus tasas de referencia, si bien descartó cualquier reducción debido a los riesgos inflacionarios exacerbados por la guerra en Medio Oriente. De este modo el tipo de depósito de referencia se mantiene en 4 por ciento, su nivel más alto desde el lanzamiento de la moneda única en 1999. A partir de la última reunión del BCE en septiembre, la situación económica se ensombreció, pero la inflación ha acentuado su caída, al pasar de 5.2 por ciento en agosto a 4.3 en septiembre. Esto indica que ya hay una transmisión muy fuerte de la política monetaria, particularmente en el sector bancario, declaró Christine Lagarde.