Aterciopelados generó un gran gozo poderoso en la sala Nezahualcóyotl, donde reafirmaron que la música es amor al alzar su canto contra la violencia sexual y los machos abusivos con su postura antiviolación.

Andrea Echeverri y Héctor Buitrago, quienes encabezan la agrupación de rock alternativo ganadora de tres Latin Grammy, armaron la noche del domingo un gran festejo en el recinto de la Universidad Nacional Autónoma de México en el cierre del Festival Cultura UNAM.

Hubo un gran corazón dorado al centro del escenario, así como danza, diversos ritmos y canciones catárticas que lograron una comunión con los asistentes que agotaron el aforo.

Es un placer para nosotros estar aquí, aseguró la vocalista emocionada de estar en la máxima casa de estudios, luego de, según dijo, haber practicado cómo decir la palabra Nezahualcóyotl, donde guió a sus seguidores a un viaje musical por tres décadas de historia.

Numerosos invitados, una lluvia de estrellas, compartieron con Aterciopelados momentos únicos sobre el escenario. Echeverri y Buitrago festejaron 28 años de su álbum El Dorado y con su música alzaron la voz contra las injusticias sociales, amplificaron mensajes en torno al empoderamiento femenino, el desamor, los amores imposibles y los estereotipos, sin pelos en la lengua, tal como interpretó la cantante en la rola Cosita seria.

Un momento emotivo fue cuando Echeverri invitó al escenario a la cantante y compositora Vivir Quintana para juntas interpretar Ovarios y Rompecabezas. De la primera canción, la colombiana explicó: “Esta canción forma parte de un bonito proyecto que se llama Ovarios calvarios y tiene que ver con un canto de sororidad para las víctimas de violencia sexual, en esta sociedad enferma, es una canción antiviolación. Es un tema triste, pero poderoso”, agregó para iniciar el aquelarre junto con su invitada.

Con las potentes voces femeninas la sala universitaria retumbó: No me interesa vender ilusiones / sino contar historias / amplificar dolores / nunca más ultrajada / ninguna mujer / sus vulvas intactas / dueñas de su placer // Nunca más a la fuerza / obligadas a nada / sólo por puto placer / ser penetradas / ovarios somos nido / y camino calvarios uterinos / de ser quien recibe los fluidos...

Antes con las rolas Dúo, Antidiva y la versión de Aterciopelados de La ciudad de la furia, la banda ya había provocado que los aplausos se convirtieran en otro ritmo más, mientras sus fans se levantaron de sus asientos para bailar o mover el cuerpo como fuera posible. Maligno, Siervo sin tierra, Meditacielo, Tu amor es y La culpable también lograron ambientar el emblemático lugar, donde no pudo faltar el ¡Goya!, que surgió en alguna butaca y se propagó entre los asistentes.

Florecita rockera, Candela, Mujer gala, La estaca y Bolero falaz comenzaron a poner punto final a una noche festiva, donde las almas se unieron con la propuesta musical de Aterciopelados que se mantiene vigente y en creación constante. Echeverri comentó que en febrero de 2024 lanzarán una versión conmemorativa de El Dorado, que incluirá Mujer gala, la cual ya se estrenó y participó Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba.

Para culminar una noche especial, se sumaron los roqueros Sabo Romo y Humberto Calderón, que interpretaron con la banda una versión de Mátenme porque me muero, que Caifanes hizo famosa. Las referencias musicales mexicanas continuaron y los asistentes ya no se sentaron, porque la banda colombiana cerró con He venido a pedirte perdón, de Juan Gabriel y Que te vaya bonito, de José Alfredo Jiménez, con las cuales demostramos nuestro afecto, cariño y agradecimiento a este país, puntualizó Andrea Echeverri.